Hoy celebramos el Día Mundial del Libro
que ontológicamente se puede referir a la transmisión del conocimiento por
medio de leer la palabra escrita, lo que lleva a la adquisición de nueva
información, datos y cifras, eventos y fenómenos, y de todo aquello necesario
para el aprendizaje, generando y produciendo una serie de mecanismos universales
de enseñanza, con el objetivo de que todas las personas puedan desarrollarla de
manera diestra, obligando a que estos sean diseñados y planificados de forma
masiva, esta producción en serie ha sido sin lugar a duda útil para dicho
propósito. Así encontramos dentro del fenómeno de la lectura la circunscripción
de aprendizajes en paralelo realizado por la mente, es decir mientras que se
adquieren conocimientos se reafirman otros ya adquiridos con anterioridad, es
el caso de la gramática y la ortografía, que son indispensables para llevar a
buen término el conocimiento y sapiencia a la humanidad.
Sin embargo, esta masificación del
aprendizaje por medio de métodos generales ha dejado un saldo rojo y muy
costoso, socialmente hablando, debido al sistema de competencias para reforzar
uno aún mayor el sistema de méritos, así entonces si bien cada ser humano es diferente,
por tanto, su forma de aprendizaje lo es, encontrando que algunas personas,
quienes padecen dificultades reales para adquirir las habilidades indispensables
académicas elementales, puedan ser a consecuencia de una discapacidad para el
aprendizaje. Un acotamiento importante es que esto no impide el desarrollo
profesional ni intelectual de las personas, pero epistemológicamente sí.
Los problemas del aprendizaje conocidos
por su siglas en inglés LD ("learning disabilities”) dentro de las cuales
se encuentra los problema de la lectura y ortografía al igual que para las matemáticas, suelen clasificarse en tres
categorías:
• Discapacidad para la lectura (con frecuencia llamada
dislexia[1])
• Discapacidad para el lenguaje escrito (con
frecuencia llamada disgrafía[2])
• Discapacidad para aprender las matemáticas (con
frecuencia llamada discalculia[3])
Retomando la discapacidad para la lectura y el lenguaje encontramos la
disortografía, o mejor conocida como disgrafía disléxica, que en definición de García
Vidal (1989) es: “el conjunto de errores de la escritura que afectan a la
palabra, y no a su trazado o grafía[4]”,
en otras palabras es el trastorno del lenguaje específico de la escritura que
se manifiesta en la dificultad para escribir las palabras de manera
ortográficamente correctas, la cual se puede dar por la disgrafía aunado a la
confusión por dislexia. En palabras más simples, es la falta de conexión entre la
representación del símbolo gráfico de una letra y la fonética que genera su
audición, un ejemplo simple sería: cuando se habla con la “s” la “c” y la “z”
que en México todas se pronuncian igual y desde luego se escuchan igual, por
tanto su representación gráfica para las personas con discapacidades de
aprendizaje son iguales, es decir no existe diferencia alguna, lo que pasa es
que sus cerebros procesan la información de una manera diferente.
Etiologicamente las posibles causas de
la disortografía pueden ser, en una persona con un grado mediano o superior de
intelecto:
- Deficiencias en la percepción espacio-temporal del sujeto.
- Deficiencias en la percepción visual o en la percepción auditiva.
- Mala articulación de los fonemas, que se traduce en la escritura.
- Causas de tipo pedagógico: el método enseñado para aprender a escribir no fue el adecuado.
- Bajo nivel de motivación: el sujeto no considera importante en su vida aprender las normas de ortografía.
Si bien los investigadores afirman que estos
problemas del aprendizaje son causados por diferencias en el funcionamiento del
cerebro y la forma en la cual éste procesa toda la información, se ha encontrado que estas
personas fijan más su atención en la importancia del fondo que de la forma concentrándose en entender y
comprender. A consecuencia de las LD las personas desde la infancia son estigmatizadas como “torpes”, “tontas"
o "perezosas." Y ellas generalmente en muchas ocasiones llegan a tener niveles de inteligencia igual o superior al promedio. Y es aquí, donde comienza
la epistemología de las LD, en los contextos actuales de globalización del
conocimiento y el uso de redes sociales tecnificadas al calor de los
sentimientos y la discusión, la falta o mala ortografía se ha venido
construyendo como un discurso discriminador y un elemento elitista para descalificar
con la finalidad de hacer a un lado la crítica en su fondo por su forma, este
hecho es aún más perturbador cuando a quien se critica es a un político con muy
buena ortografía pero con muy mala reputación ética y moral.
Lo anterior se agrava pues el elemento
elitista compromete el intelecto con la condición social y económica de las
personas, a razón de los datos proporcionados por la CONEVAL, los resultados de
la medición de pobreza 2012 señalan que: “A
nivel nacional, entre 2010 y 2012 la pobreza alimentaria pasó de 18.8% (21.5 millones
de personas) a 19.7% (23.1 millones de personas); la pobreza de capacidades de
26.6% (30.5 millones de personas) a 28.0% (32.9 millones de personas), y la
pobreza de patrimonio de 51.1% (58.5 millones de personas) a 52.3% (61.4 millones
de personas)”[5]. Entonces estamos hablando que 21.5 millones de
personas buscan que comer y no que leer, más aun cómo se escriben las palabras,
este es el fondo, la forma esa queda luego porque no da para alimentarse. Un
dato revelador también en dicho trabajo refiere que: “En 2012 había 53.3 millones de personas
pobres en México (45.5% del total), frente a 52.8 millones (46.1%) en 2010”
que vinculados a la cifra que proporciona la Encuesta Nacional de Lectura
realizada en 2012, por la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana y
Atlas de Infraestructura que: “El 56.4% de
los mexicanos lee libros. El 12.7% de los mexicanos nunca ha leído un libro.”
Esto quiere decir que el 43.6% restante no lee, y que junto al total de
personas pobres del 45.5% refuerza la hipótesis que las personas buscan que
comer y no que leer de manera cuantitativa, entonces se tiene un endémico
reforzamiento de la ortografía por medio de la lectura.
Finalmente los Derechos Humanos desde
su concepción contra hegemónica junto con los Estudios de Género y Queer,
evidencian de manera efectiva el uso del lenguaje y su manipulación para
perpetuar el poder, como se entiende hasta la actualidad, y ahora se suman a ello
los nuevos discursos que involucran como eje rector la discriminación para
continuar conservándole. En conclusión generar y apoyar el discurso elitista y
desigualdad en torno a la ortografía solo genera una mayor brecha intelectual, una
mayor descalificación, una falta completa de conciencia social y por ello una
espiral de discriminación que tarde o temprano tendrá que ser reconocida y
erradicada por quienes hoy continúan privilegiando la forma y no el fondo.
Rodolfo Vitela Melgar
Ciudadano Libre
Por la conquista de nuestros derechos
Ciudadano Libre
Por la conquista de nuestros derechos
[1] Banús,
Sergi (6 de febrero de 2012). «Orientaciones para tratamiento de la Dislexia».
Trastorno de la Lectura: La Dislexia. Consultado el 6 de febrero de 2012.
[2] http://www.psicopedagogia.com/disgrafia
[3] Veiga
Alén, Matilde (2005), "Dificultades de aprendizaje: Detección, prevención
y tratamiento", Ideaspropias Editorial S.L., diciembre 31, p. 5
[4] Fernández
Fernández, María Pilar (1998). «Relevancia de los factores
perceptivo-lingüísticos en la explicación de las disortografías: implicaciones
para la enseñanza de la ortografía» (PDF). Revista galego-portuguesa de
psicoloxía e educación 3 (2): 68. Consultado el 16 de septiembre de 2012.