En esta ocasión mi reflexión toma de acuse los diferentes
análisis que he visto en torno a la Masacre de Orlando en el club nocturno
“Pulse”, acto el cual Barack Obama calificó de masacre y como un “acto de
terrorismo y odio”[1],
y que al paso de las horas, los medios de comunicación cambiaron el fondo del
ataque, encaminándola a la política de acceso y compra de armas que tiene EEUU
bajo la segunda enmienda.
Esta perspectiva de análisis se fue tornando y posicionando
como “el centro del debate”, y nuevamente en un acto quizás imperceptible
(Microhomofobia) se desplaza y se vuelve a invisibilizar el fondo real, la
acción focalizada con el fin último de exterminar la vida de personas LGBTI.
Por lo tanto, el alcance de la presente reflexión me lleva a
dos caminos, el primero la hipótesis de que Omar Siddique Mateen, planeo
perfectamente el atentado, y que no fue un mero hecho aislado, y por otro, la
penetración del Discurso de Odio por Homofobia en Meteen.
Según la información revelada en diferentes medios de
comunicación la familia de Meteen lo señala como una persona violenta, y su
padre a la vez lo calificó de homofóbico[2], al contar que su hijo
“vio a dos hombres besándose y eso lo enfureció mucho[3]” declaración que en sí misma denota la debilidad argumentativa de este tipo de atacantes así como la viseralidad del acto en función del odio, incluso señala que
sostenía vínculos con grupos extremistas de ISIS.
Siguiendo la primera hipótesis, en otro medio de
comunicación investigó que Meteen había acudido varias veces al club nocturno,
incluso señala como una doce de veces[4], lo que genera un patrón
de conducta, que a simple vista pareciera errático pero que tenía como
finalidad estudiar el lugar, es decir, conocer la seguridad del Club, vías de acceso
y escape, cantidad de personas, horas pico, cierre etc.; otro aspecto a
resaltar es la fecha, el ataque para él, comienza desde el momento en que se
encamina al Club, lo cual pudo haber sido en los últimos minutos del día 11 de
junio cuando decide hablar al 911, para adjudicar el atentado como un acto
terrorista y, que posteriormente ISIS lo confirmaría, es decir la numerología
del 11 como sello distintivo de los ataques perpetrados por grupos extremistas
como ISIS, y que fue planeado para esa fecha en específico.
Este último apunte lleva a los Crímenes de Odio Homofobico
que ISIS ha perpetrado para exterminar a los pecadores homosexuales[5], ya sea aventados desde
edificios, colgados o lapidados, todas ellas ejecuciones públicas[6], debido a que los nefandos:
“… perseguidos por el 'Califato' al considerar que son infieles al no cumplir
de manera estricta la visión de la 'sharia', castigando, así, cualquier atisbo
de disidencia también en materia de orientación sexual…[7]”, este último item de
análisis nos lleva a una cultura del odio por medio del uso de la Fe religiosa,
instrumentado a través del discursos de odio homofóbico al señalar que “EI
quiere mostrar a los radicales que aplica sin flaquear las enseñanzas de las
interpretaciones más extremas del islam, una especie de "pureza ideológica[8]", por tanto, la
pureza ideológica se ve amenazada y el discurso se retoma como categoría
discursiva de manera culposa ya que ellos: "Violan las leyes de Dios y
hacen algo que está prohibido por el islam, así que es un castigo legítimo[9]".
Este discurso de odio fue el que permeo en la mentalidad de
Meteen quien viajó a los Emiratos Árabes y Arabia Saudita, países con fuerte
influencia de ISIS y donde se asume fue aleccionado; confirmación de esto se
encuentra expresado en el mensaje leído por AI-Bayan: “El EI insistió en que
"Dios permitió (a Mateen) atacar a los inmundos cruzados" y destacó
que este atentado es "el mayor registrado en Estados Unidos por el número
de muertos".[10]”
Ergo, puedo concluir que no fue un hecho aislado sino
debidamente premeditado, planeado y alineado a las directrices de ISIS, esta
alineación abarca o alcanza el odio homofóbico como punto central de ataque,
fuertemente sustentada la actuación en un discurso de odio por orientación
sexual que motivo la elección del blanco de Meteen.
Entonces sí fue un acto premeditado, terrorista y homofóbico.
Entonces sí fue un acto premeditado, terrorista y homofóbico.
Antes de concluir esta introversión quiero evidenciar lo que para mí es una clara acción Microhomofobia en la toma de decisiones para acudir al llamado de auxilio, ante la
falta de actuación pronta y oportuna de la policía, la cual se vio dilatada al dejar
pasar mucho tiempo, tal vez en la creencia que el agresor desistiría, en actuar
conforme a la magnitud del hecho ya que se trataba de un club nocturno gay, lo anterior sustentado en las fuentes que señalan: “La discoteca, Pulse Orlando, publicó poco después de
las 2 de la madrugada una nota en su página diciendo: “Salgan de Pulse y
corran”.[11]”
y posteriormente horas después se tomó la decisión de enviar a un escuadrón de
la policía antimotines para enfrentar al atacante "A eso de las 5 de la mañana
las autoridades despacharon un equipo SWAT para rescatar a los rehenes y el
agresor murió en una balacera con esos agentes…[12]”. Esto no tiene explicación lógica en la política de "seguritismo" de EEUU, sí se trataba ya de un acto terrorista confeso, entonces ¿por qué no acudieron a tiempo? haberlo hecho podría haber salvado vidas, vidas que en esta toma de decisiones no merecían ser lloradas, citando a Judith Butler.
Que no se desvíe la atención a otros temas que invisibiliza la
homofobia, estos crímenes de odio son resultado del discurso de odio y su apología, en un contexto de cultura del odio mismo.
Por la conquista de nuestros derechos
Rodolfo Vitela Melgar.
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