Hoy es el último día
sin Trump.
Sí bien, él mismo Trump no se ha manifestado como una
persona homofóbica abiertamente, todo parece indicar que si, ya que se encuentra rodeado de ellos, a quienes incluso
ha designado ya en todos los puestos claves de sus administración, tan solo el
vicepresidente es famoso conocido por su “conversión”; otro aspecto importante
a resaltar es la cercanía de Trump con Putin, quien ha realizado una
encarnizada persecución homofóbica a límites previos al holocausto nazi
(pensamiento que angustia) contra la población sexo divergente.
Todo apunta a una pérdida importante en los avances de los
derechos civiles, y en general, a los derechos humanos de la población Lésbica,
Gay, Bisexual, Trans, e Intersex (LGBTI), no sólo a nivel doméstico, es decir
dentro de territorio norteamericano, sino golpeará sin lugar a dudas instancias
internacionales como al Sistema Universal de los Derechos Humanos encabezado
por Naciones Unidas, y por el Sistema Interamericano de los Derechos Humanos,
dirigida por la Comisión; oscuros que han dejado filtrarse por rendijas en sus
discursos o manifestaciones públicas en diferentes medios, respecto al
desprecio que siente por todos los mecanismos internacionales en general, pero
en específico por aquellos que defienden los derechos humanos. Estos que han
sido los asideros de las motivaciones y justificaciones para luchar en contra
de la homofobia a nivel internacional, para luego ser llevados y aplicados a
nivel nacional.
La noticia no es menor, para quienes como yo, asumimos una
postura política en torno a nuestra orientación sexual, identidad y expresión
de género divergentes a la heteronormalidad, más aún cuando te comprendes en
una cosmogonía ajena a cualquier principio rector del pensamiento hegemónico,
en donde las mismas personas que son perseguidas, torturadas, encarceladas,
golpeadas, insultadas y asesinadas son una parte de ti mismo, una parte de tu
gente, de la población a la que perteneces, ya sea de aquí o de allá, por quien
luchas.
Este camino que ha decido comenzar a recorrer el pueblo
norteamericano, llevado por un 40% de su electorado, nos da previo aviso a lo
que se vendrá, desde ya comienzan a verse el veto al matrimonio igualitario (de
nuevo), a impulsarse los tratamiento de cura contra la homosexualidad o mejor
conocidas como tratamientos de conversión, y como hablamos de pensamiento
hegemónico heteronormalizado muy probablemente se dejaran de proveer tratamientos retrovirales en la
lucha contra el VIH.
Posiblemente en algunas ocasiones veremos intentos de
criminalizar la homosexualidad, sino de Iure si de Litis, es decir el margen de
apreciación de los jueces se verá fuertemente influenciada por rasgos
homofóbicos para mandarles a tratamiento de cura o para que sean llevados a
prisión. Así, esto permeará en las instituciones de seguridad pública, en las
diferentes policías e incluso en las fuerzas castrenses quienes se verán
tentadas de realizar persecuciones a población civil, así como posibles purgas
internas. También, como previo a lo que pasará a partir del viernes, las
personas homofóbicas sentirán, que desde ya, se encuentran cobijados al amparo
del pensamiento presidencial para perpetrar ataques y crímenes de odio por
homofobia, como lo vimos en California.
Junto a este avasallamiento, corren riesgo latente los
avances por la igualdad efectiva de las mujeres, y una posible pérdida de sus
adelantos ante el pensamiento ultra conservador, machista y misógino que apoya
a Trump.
Ante estos hechos, nos encontramos frente a una realidad muy
diferente, adversa a la luz y claridad que existían bajo el respeto de los
derechos humanos de la población LGBTI que impulsó Obama. Ahora nos enfrentamos
a una cultura del odio, el cual abarcará todos las formas posibles de
discriminación, estigmatización, estereotipos y segregación; así pues frente al
anti-mexicanismo y homo y xenofobia, da para doble o multi-discriminaciones,
para cientos de miles de personas homosexuales mexicanas ciudadanas
norteamericanas, para migrantes legales o “ilegales” en suelo norteamericano.
Avanzará sin lugar a duda, el golpeteo internacional para
degradar cualquier mecanismo o instrumento de protección de los derechos
humanos de la población LGBTI a nivel global; y por tanto, se puede intuir la
instauración en los gobiernos de odio la homofobia estructural, verán
cristalizados sus esfuerzos para imponer desde su legislaciones, hasta solapar
actos homofóbicos realizados por la sociedad, pasando por políticas públicas de
exclusión y persecución; estos quienes se habían mantenido al margen de
hacerlo, ahora ante la falta de liderazgo voluntario de EEUU, la tentación se
podría volver en realidad.
Sin embargo, mientras que nuestras ópticas se acostumbran a
la oscuridad cerrada, obnubilada por la bruma del ultra-conservadurismo neo-nazi,
seguiremos en pie de lucha, porque sí no podemos ver olfatearemos la
pestilencia de rancias tradiciones para preparar acciones, sí no podemos ver
escucharemos las botas del opresor acercándose para detenerlas, sí no podemos
ver gritaremos hasta desgarrar nuestras voces, siempre defenderemos nuestro
derecho a existir con dignidad, sin temor ni violencia, en Paz y respeto a las
demás existencias.
NO ENTRARÉ EN SILENCIO A LA OSCURIDAD.
Por la conquista de nuestros derechos.
Rodolfo Vitela Melgar.
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