Ahora resulta, que defender los derechos humanos de las
víctimas del terremoto del 19 de septiembre, acudiendo a los contrapesos en el ámbito
de la representación social, es politizar las violaciones. Al exigir Justicia
Restaurativa para quienes perdieron su hogares, y oponernos al robo de un
segundo financiamiento, para recomprar sus patrimonios.
Cabe recordarles a cierta clase política que se hace llamar
de izquierdas, que la Justicia Restaurativa ésta pensada en las víctimas y las
necesidades que por su condición actual atraviesan, conformada de varias fases,
ya que no es solamente una, por ello se le conoce como integral; una de estas
fases es la económica, y es la que más cuesta a los gobiernos llevar a cabo,
dicho sea de paso no por la cantidad sino por otorgarles los recursos que no se
pueden destinar a “otras cosas”.
Este tipo de Justicia atiende aquellas personas que les
fueron violados sus derechos humanos en hechos ultrajantes para la conciencia
de humanidad, como es el caso de las personas que perdieron sus viviendas, su
patrimonio y en ocasiones hasta la vida misma, por los actos de corrupción de
los gobiernos capitalinos en la llamada Ciudad de México, comprendida hoy como
una marca.
Y es que aquí, estamos hablando de las necesidades de las
víctimas que compraron sus casas o departamentos, a quienes les construyeron
sin cumplir los requisitos mínimos de seguridad, la obtención de permisos de
construcción otorgadas por el gobierno capitalino quienes violaron, ya sea por acción o
por omisión, la normatividad al respecto, este acto obedece sin lugar a
equivocarnos a hechos de corrupción entre dos ofensores, el gobierno y las
constructoras; todas ellas con nombre y apellidos, nada que no se sabe quién
fue, y que dentro de la Justicia Reparadora los ofensores tienen la obligación
de resarcir el daño causado, intentando, en la manera de lo posible, llegar al
punto anterior al hecho o acontecimiento que violó sus derechos humanos.
En este caso, sería regresarles el patrimonio perdido tras
el terremoto del pasado 19 de septiembre de manera integral, enfocándonos en la
fase económica, que sin temor a equívocos es donde más le duele al gobierno de Mancera;
compuesto de:
- Construirles sus casas o departamentos perdidos, las cuales tienen que estar por fuerza en la demarcación donde se encontraban y no causar un desplazamiento interno a otras entidades federativas;
- Pagar menaje de cada una, comprar muebles y enceres domésticos, electrónicos o no, así como su flete;
- No pagar impuestos por ello;
- Otorgarles un monto económico por las violaciones a su desarrollo personal;
- Resarcir pérdidas patrimoniales importantes, como son automóviles, locales comerciales y accesorias.
Así pues, de esta manera se daría por comprendida y atendida
esta parte de la Justicia Compasiva, que tanto les cuesta entender a la clase
política y servidores públicos, quienes hoy tienen la responsabilidad de
aplicarla, de no hacerlo corren el riesgo de re-victimizar y continuar las
violaciones a los derechos humanos, solo que ahora se sumaría a un daño a la
sociedad en su totalidad.
Tomar ese camino, comienza por obstruir la Justicia Restaurativa,
por medio de las descalificaciones a la participación ciudadana embestida por los
ofensores, quien ahora se llenan la boca, porque es todo lo que pueden llenar
en su perorata esquizofrénica, llamándole POLITIZACIÓN de los problemas, que
ellos mismos generan.
Pues sí bien, defender derechos humanos de víctimas es
POLITIZAR, sí exigir Justicia Restaurativa es POLITIZAR, sí ejercer nuestro derecho
de participar ciudadanamente exigiendo a nuestros gobernantes que ofensores
paguen es POLITIZAR, pues entonces POLITICEMOS y demandemos en todas la vías y
de todas las maneras el cumplimiento de la ley ante las mezquindades de
gobiernos corruptos.
Digo a ver sí así terminan de entender.
Por la
conquista de nuestros derechos
Rodolfo
Vitela Melgar
Ciudadano
Libre
No hay comentarios.:
Publicar un comentario