Por Marc Lacey THE NEW YORK TIMES
13 de diciembre, 2008
CIUDAD DE MEXICO -- La sociedad mexicana puede ser muy intolerante frente al homosexualismo, pero en ocasiones también puede ser muy liberal. Los ataques contra los homosexuales que viven en zonas rurales no son poco comunes. Y es que muchos mexicanos consideran que el homosexualismo es un pecado.Pero si bien es cierto que en Ciudad de México las uniones entre personas de un mismo sexo han sido reconocidas por la ley, en ningún lugar la actitud ha sido más flexible que en la zona sur del estado Oaxaca. Allí, en las comunidades indígenas del poblado de Juchitán, el mundo no se divide simplemente entre homosexuales o heterosexuales. Y es que los zapotecas han reservado un espacio para un tercer género, al que llaman "muxe".
Un muxe es un hombre que se considera mujer y vive en una suerte de limbo entre los dos sexos conocidos."Muxe" es palabra zapoteca que significa mujer. Durante siglos ha sido utilizada para referirse a los hombres que desde niños se sienten inclinados a vivir como mujeres. En estas comunidades zapotecas, incluso, se les asignan roles femeninos. Los antropólogos señalan que la aceptación de personas que se sienten parte de ambos sexos se remonta a la época precolombina en México.
Hay, en efecto, numerosas historias sobre sacerdotes aztecas y mayas que actuaban como hombre y mujer al mismo tiempo. Señalan los antropólogos que los colonizadores españoles lograron borrar esas actitudes en la década de 1500 al forzar a muchos a entregarse al catolicismo. Pero la cultura de la identidad mixta sobrevivió en zonas como Juchitán, un lugar donde todavía muchas personas hablan zapoteco en vez español.Pero no todos los muxes expresan su identidad de la misma manera. Algunos se visten de mujeres y toman hormonas para realizar cambios en su cuerpo. Otros prefieren vestirse de hombre. Lo que comparten es la aceptación general de la comunidad. Y es que muchos consideran que los muxes tienen habilidades especiales y dotes artísticas. En noviembre, los muxes se reúnen en el pueblo para seleccionar a una reina, con coronación del alcalde además."No importa lo que la gente diga", dice Sebastián Sarmienta, novio de Ninel Castillejo García. "Hay gente que se siente incómoda, pero yo no tengo esos problemas".A los muxes se les puede ver en todos los órdenes de la sociedad de Juchitán, aunque la mayoría asume roles femeninos: como vendedores en el mercado o cocineras. Algunas practican la prostitución.Pero la aceptación es siempre es unánime, desde luego, aunque en general a la gente no parece importarle mucho.
http://southflorida.elsentinel.com/noticias/sfl-flelammexico1213brdec13,0,622265.story
viernes, 12 de diciembre de 2008
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