Pedro Sánchez Briones
El Diario
En México todo paciente que presente VIH-Sida tiene derecho por ley a un tratamiento, pero las autoridades no han difundido adecuadamente esta información.
Eso causa que muchos comiencen a tratarse cuando desarrollaron el síndrome y están en fase terminal, por lo que mueren pronto, advirtieron activistas.
“El acceso a la salud no se ha promocionado como tal, sobre todo para decir a las personas que los medicamentos están asegurados, que si no tienen dinero no importa porque van a tener el medicamento”, aseveró Luis Adrián Quiroz, coordinador de la asociación civil Derechohabientes Viviendo con VIH del IMSS.
“No ha habido una gran campaña por parte del gobierno para decir: ‘hay medicamentos para todos”, dijo, durante el Encuentro Regional de VIH e Infecciones de Transmisión Sexual, realizado en Ciudad Juárez.
En tanto, especialistas anotaron que por cada persona infectada con VIH-Sida, existe otra con la enfermedad sin saberlo.
En ese sentido, Martha Sánchez, responsable de Programa de VIH e ITS del Centro Ambulatorio para la Prevención y Atención del Sida e Infecciones de Transmisión Sexual (Capasists) local, consideró que la estadística que se maneja “es muy conservadora”.
“Porque es una enfermedad que se presta a discriminación y no toda la gente acude, no todos los médicos notifican, entonces es un número muy menor a la realidad, hay enfermedades de transmisión sexual que no tienen síntomas, la gente no se siente enferma, son hallazgos por otra enfermedad”, dijo.
Mientras, el médico Javier García, presidente del Colegio Estatal de Medicina Interna, mencionó que si las personas empiezan a tratarse a tiempo no mueren por el virus.
“Como el paciente ya está viviendo más tiempo se le presentan las complicaciones propias de su grupo de edad, se nos están infartando, se nos están haciendo diabéticos; ya no se nos están muriendo en los hospitales, ahora se mueren igual que todo el mundo”, dijo.
Al actualizar las estadísticas locales, se indicó que en este año han sido identificadas 67 personas con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y 54 con el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida), la mayoría con edades entre 25 y 45 años.
Sánchez detalló que los primeros están asintomáticos, mientras que los segundos desarrollaron ya la enfermedad.
Durante el encuentro regional, que contó con diversas actividades el viernes y ayer con la participación de pacientes, médicos, organizaciones civiles y autoridades tanto del estado como de entidades de la zona norte del país, se recalcó que los pacientes que viven con el virus pueden acceder a un tratamiento a través del Seguro Popular, por ejemplo.
“Ya no son muy frecuentes los casos en que el paciente no toma su medicamento”, dijo en tanto García, quien es médico internista en el Hospital Central Universitario, quien sin embargo recalcó que se estima que “por cada paciente viviendo con VIH hay un paciente que vive con VIH y no lo sabe”.
Isabel Urzúa, subdirectora de La Tenda di Cristo, un albergue para personas infectadas, llamó a las personas que sean diagnosticadas a acercarse a las instituciones de ayuda.
“Porque algo que hemos visto que todavía en este 2009 llegan en situación de Sida, no de VIH”, lamentó. “Y así poco podemos hacer”.
Detalló que en el centro donde además es enfermera tanatóloga, llega gente, en muchas ocasiones sin familia, que fallece a la semana porque existe una falla orgánica múltiple.
Por ello convocó a quienes que no ingieren algún medicamento, a solicitar apoyo para que tengan un trato digno y una mejor calidad de vida, lo cual un gran número no lo hace, dijo, porque todavía existe el temor al rechazo, a la discriminación.
Actualmente en el Capaists se atiende a 579 personas con VIH-Sida, de los cuales 89 son mujeres y 365 hombres que están bajo control, así como 37 mujeres y 88 hombres que tienen desarrollado el síndrome.
Contacto:
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domingo, 4 de octubre de 2009
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