ProÁrbol beneficia a indígenas

Escrito por SPI/ElGolfo.Info
A través del programa de reforestación ProÁrbol, en Veracruz se atienden 76 municipios de los 212 que conforman el estado, informó el gerente regional Golfo Centro de la Comisión nacional Forestal (Conafor), Jesús Dorantes López.

El funcionario federal, aseguró que con este programa se beneficia a un millón 385 mil 743 indígenas, los cuales la mayoría participan en actividades forestales sustentables que impulsa la Conafor.

Explicó que, de acuerdo a los indicadores de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, del total de la población indígena veracruzana, 53.2 por ciento son nahuas; 19.5 totonacos; 8.6 huastecos.

Así como un 5.8 por ciento popolucas; 3.8% zapotecos; 2.9% chinantecos; 2.7% otomíes; 1.1% mazatecos; 0.9% tepehuas; 0.6% mixtecos; 0.5% mayas-zoques y 0.4% mixes.

Por ello, agregó que las acciones alternativas para reducir las emisiones derivadas de la deforestación y degradación forestal deben aterrizar de manera local, lo que conlleva lograr acuerdos conjuntos y la firme decisión de las comunidades para dar un cambio hacia la sustentabilidad y la recuperación de sus bosques.

Y es que reveló que líderes indígenas de Veracruz, Puebla, Chihuahua, Morelos, San Luis Potosí, Guerrero, Oaxaca y Chiapas se reunieron el pasado fin de semana, en el marco de la Expo Forestal, para conocer la problemática que se vive en torno al cambio climático, la situación mundial, la tendencia de la discusión entre los países, la forma en que realizan las negociaciones internacionales y la posición de México ante los acuerdos que ya se están tomando.

Durante este encuentro, los líderes indígenas de las etnias nahuas de Veracruz, Puebla, Morelos, rarámuri y o’dam de Chihuahua; y amuzga de Guerrero, tuvieron la oportunidad de conocer los proyectos de pago por servicios ambientales, específicamente de captura de carbono que ya desarrollan de manera exitosa comunidades tojolabales y choles de Chiapas y mixtecas de Oaxaca.

En las zonas forestales mexicanas viven entre 13 y 15 millones de personas; de éstas, 5 millones pertenecen a 43 grupos indígenas, de los cuales 55% se encuentran en pobreza extrema.

Esta situación, junto con otros factores, propicia procesos de degradación del recurso forestal, pérdida de capital natural, subutilización de recursos maderables y no maderables y, en consecuencia, pérdida del capital social, generando carencias en materia de eficiencia y competitividad del sector.

De la superficie con cubierta vegetal total del país, se estima que 75% pertenece a ejidos y comunidades (INEGI, 2007), por lo cual el uso de estrategias e instrumentos de política para el desarrollo del sector forestal requieren de la participación directa de sus dueños y poseedores.
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