Agencias
El Director de Comunicación Social de la Diócesis de Torreón, Ignacio Mendoza Wong Sánchez, dijo que la mayor parte de las personas que ven en la calle a un indocumentado pidiendo dinero, lo relacionan con un delincuente cuando su único objetivo al igual que millones de mexicanos, es encontrar un trabajo para producir ingresos y obtener una mejor calidad de vida.
[1]Torreón.- El Director de Comunicación Social de la Diócesis de Torreón, Ignacio Mendoza Wong Sánchez, manifestó que la falta de educación e información entre la comunidad tiene como resultado la discriminación y el desinterés humano por ser solidarios con otras personas de diferentes culturas, orígenes y creencias.
Dijo que la mayor parte de las personas que ven en la calle a un indocumentado pidiendo dinero, lo relacionan con un delincuente cuando su único objetivo al igual que millones de mexicanos, es encontrar un trabajo para producir ingresos y obtener una mejor calidad de vida.
En ese sentido, recomendó que tanto instituciones educativas y empresas, destinen parte de su programa laboral, acciones de contribución social y compresión “y más en esta temporada de rachas de inseguridad y la crisis”, expuso.
“Nos cegamos ante las ayudas que piden estas personas, de cierta forma nos mentalizamos pensando que si les damos dinero o alguna contribución alimenticias, estaríamos apoyando a un delincuente o una persona que viene a México a ganarse la vida momentáneamente mientras cruzan la frontera con Estados Unidos, y pareciera que quisieran hacernos daños, no nos podemos quejar el trato de las autoridades norteamericanas cuando en este país se hace exactamente lo mismo o a veces hasta peor”, explicó.
Al respecto, señaló que instituciones religiosas y organismos empresariales han tenido que “tomar cartas en el asunto” ya que los migrantes no son considerados como tal y sin una seria responsabilidad ciudadana”, agregó.
“Es claro que todos conocemos a un amigo, familiar, compañero de la escuela o cualquier otra persona que sabe o alguna vez intentó cruzar la frontera y conseguir el sueño americano, ahí nos podemos dar cuenta cuál es la realidad de estas personas que viven extorciones, robos, maltratos físicos y psicológicos y siempre viajan en una situación indigna y sin ninguna prevención de riesgos”, indicó.
Al respecto comentó que la Iglesia Católica de Torreón, trabaja en proyectos como el de banco de alimentos y ropa, además de difundir debidamente la ayuda sobre las necesidades que estas personas tienen.
Torreón Estados
http://www.milenio.com/node/280654
lunes, 7 de septiembre de 2009
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