Entre 2005 y lo que va de 2009 ya suman 598 víctimas en el Edomex, afirma la fiscal especial Adriana Cabrera
En 2006, el gobierno mexiquense creó una instancia específica para atender los casos.
La combinación de pobreza, hacinamiento, baja escolaridad, violencia intrafamiliar y celos —este último fenómeno, denominado celotipia, ya es objeto de estudio— forman una mezcla explosiva que conduce a homicidios de mujeres en el Estado de México, cuyo número, entre 2005 y en lo que va de 2009, ya suma 598 víctimas.
La autonomía femenina también provoca este tipo de crímenes y resalta el número de autoviudos que se quitan la vida. Fue el caso de una pareja que, abandonada por sus hijos, se debatía en la soledad: él observa cómo, al paso del tiempo, su mujer es corroída por el cáncer y decide asesinarla y él suicidarse. Esto sucedióen Ecatepec.
En 2006, el gobierno mexiquense instituyó una Fiscalía especial de homicidios dolosos cometidos contra la mujer y delitos relacionados con violencia familiar y sexual, debido a los 13 asesinatos ocurridos de manera simultánea en Chimalhuacán, y creó 17 agencias especializadas en atención de violación sexual.
Una comisión especial de la Cámara de Diputados, nacida “para conocer las políticas y procuración de justicia vinculada a los feminicidios” en el país, concluyó hace unos días que esta entidad y el DF, entre 2006 y 2007, ocupan el primero y segundo lugares, con 299 y 244 asesinatos de mujeres registrados en ese periodo.
La fiscal especial, Adriana Cabrera Santana, entrevistada en su oficina de Toluca, comenta que, por el número de población, “con sólo Ecatepec tendríamos el mismo número de casos de Ciudad Juárez”.
—¿Cuántos ha habido en Ecatepec?—
De 2005 a febrero de 2009, tenemos 69 casos; le seguiría Nezahualcóyotl, 45; Tlalnepantla, 37; Chimalhuacán, con 33; Toluca, 28; Naucalpan, 25… Y así. Esto —insiste la fiscal— tiene que ver con el número de población.
—¿Y Ciudad Juárez cuánta población tiene?—
Tengo un comparativo —echa una minuciosa ojeada a las estadísticas— con Ciudad Juárez… Hablemos de 2008, ¿le parece? Mientras que nosotros éramos un total de 14 millones 688 mil 436 habitantes, tuvimos 176 homicidios, lo que corresponde a un porcentaje de 1.20 por cada 100 mil habitantes. Y ellos, con un millón 384 mil 102 habitantes, tienen un porcentaje, por cada 100 mil, de 0.87.
—¿Cuántos en total?—
Ellos tuvieron 12 homicidios. Hay una diferencia, porque Ciudad Juárez tiene uno por ciento de población comparada con el Estado de México.
La funcionaria no refuta las cifras de la Cámara de Diputados, tampoco la justifica, aunque sí aclara:
“Consideramos que, de acuerdo con el análisis que hizo esta comisión, de todos los estados de la República mexicana, nosotros ocupamos, en razón de la población, en algunos casos, el lugar décimo; en otros, el treceavo…”
—¿Y por qué los ponen en primer lugar?—
Porque son cifras cuantitativas, no cualitativas. En porcentajes, de acuerdo con la población, estaríamos hablando que tenemos de 0.99 por ciento por cada 100 mil habitantes…
—También lo afirman organizaciones no gubernamentales.—
Una organización internacional hizo mención de que estábamos en los primeros lugares; pero siempre he hecho referencia que el Estado de México está constituido por 125 municipios, por lo que no puede compararse con un solo estado que, cuando mucho, lo constituyen 10 o 12 municipios. En población somos más de 14 millones de habitantes, más de la mitad del sexo femenino.
Cabrera Santana, quien tiene un año en el cargo, dice que no intenta justificar las conductas contra las mujeres, y aclara, eso sí, que éstas se encuadran en asesinatos derivados de una violación, secuestros y robos, donde predomina el ama de casa y su relación con el transgresor.
—Hablemos de una cifra global —se le pide.—
A partir de 2005 sí se empieza a concentrar esa información en cada rubro, por cada tipo de conducta. De 2005 a febrero de 2009, llevamos 598 víctimas.
—¿Ha subido o se ha mantenido esa cifra?—
La ciudadanía ve cifras. Le voy a hacer el comparativo: en 2005, tuvimos 98 víctimas; en 2006, 138; después, 2006-2007, en el primer año hubo 138 y 161 en el segundo. En 2007-2008, fue de 161 y 176. Llevamos una diferencia de 9.32 por ciento.
—Una cifra que oscila.—
Así es, y ahorita llevamos, de enero a febrero, menos uno, pues en ese periodo se han concentrado 25 homicidios contra mujeres, que no concuerdan con las del año pasado con estas fechas, porque teníamos una más.
—¿Hay otras causas?—
El área de sociología de la Universidad Autónoma del Estado de México hizo un estudio. Le denominaron La conducta de celotipia. Querían saber las características propias del victimario. Una, la falta de escolaridad, las cuestiones económicas, de hacinamiento y los celos; éstos, en gran parte, se dan en relaciones de concubinato o entre cónyuges o familiares.
Relata, asimismo, que tienen registrado “un gran número” de casos de adolescentes que han privado de la vida a sus crías, poco después de parirlas, como ocurrió con una muchacha que, ya en la antesala del médico, fue al baño y ahí estranguló a la recién nacida. “También este tipo de homicidios los encuadramos en nuestras estadísticas”.
—¿Ésa es una incidencia alta?—
Se mantiene, aunque también hay mayores, de los 20 a 30 años, que cometen ese tipo de conductas. De los 58 casos, de 2005 a 2009, de mujeres de identidad desconocida, hay un porcentaje de pequeñitas que han sido arrojadas en canales o las encontramos en una bolsa en un basurero. Es un número más en nuestras estadísticas. La típica conducta es traumatismo craneoencefálico.
—¿Cuál es la otra clasificación?—
Entre 11 y 20 años, tenemos 19 por ciento; de 21 a 30 años, 25 por ciento. Esto engloba 46 por ciento. Es donde se da más la incidencia de homicidios dolosos. El fin de semana tuvimos uno de ellos: una señora se percata de que se meten en su casa y de que el que está esculcando es su yerno, quien la mata.
—¿Qué tanto se ha resuelto?—
Cada año tenemos alrededor de 50 o 40 por ciento de averiguaciones determinadas, consignadas y sentenciadas; algunas, con probables responsables; en otras, se extiende la pretensión punitiva en términos normales, porque el sujeto que priva de la vida a la mujer se suicida…
—¿Podrían destacar machismo o misoginia?—
En algunos casos, sí, pero no se puede generalizar. Tenemos casos en los que el hijo priva de la vida a su madre. Uno de éstos se había manejado que era un descuartizador, porque le hizo los cortes perfectos, pero no, era porque él quería estudiar medicina y su padre no quiso ayudarlo…
También ha habido esposos que se quejan de ser maltratados, pero les da vergüenza denunciarlo. Los ha escuchado en foros. Y hay yernos que llegan al asesinato. Un caso concreto lo explica la fiscal:
“El sujeto decide privar de la vida a su suegra, de 65 años, porque, según declara, vivía una constante agresión física y verbal por parte de ella. Él planea privarla de la vida de la siguiente manera: espera a que la señora, que era diabética, vaya a consulta. La lleva en su taxi. En el camino la señora vuelve a decirle que “es un mantenido”. Él la baja, la atropella, pero como ve que no se muere, la golpea y le provoca traumatismo craneoencefálico. La deja tirada. Sin embargo, en ese ínter, se le va el coche hacia atrás y cae en una barranca. Se investiga y se dan cuenta que el vehículo tiene sangre y también encuentran la llave con que la golpeó.”
Extraditado
Ramón Alire Hurtado, considerado en el norte del país como uno de los primeros feminicidas de Juárez, fue extraditado a México para que responda por un homicidio ocurrido en 1993, contra una mujer. Fue entregado a la PGR.
Toluca, Estado de México. Humberto Ríos Navarrete
http://impreso.milenio.com/node/8552441
domingo, 29 de marzo de 2009
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