jueves, 19 de enero de 2017

NO ENTRARÉ A LA OSCURIDAD EN SILENCIO…

Hoy es el último día sin Trump.

Sí bien, él mismo Trump no se ha manifestado como una persona homofóbica abiertamente, todo parece indicar que si, ya que se encuentra rodeado de ellos, a quienes incluso ha designado ya en todos los puestos claves de sus administración, tan solo el vicepresidente es famoso conocido por su “conversión”; otro aspecto importante a resaltar es la cercanía de Trump con Putin, quien ha realizado una encarnizada persecución homofóbica a límites previos al holocausto nazi (pensamiento que angustia) contra la población sexo divergente.

Todo apunta a una pérdida importante en los avances de los derechos civiles, y en general, a los derechos humanos de la población Lésbica, Gay, Bisexual, Trans, e Intersex (LGBTI), no sólo a nivel doméstico, es decir dentro de territorio norteamericano, sino golpeará sin lugar a dudas instancias internacionales como al Sistema Universal de los Derechos Humanos encabezado por Naciones Unidas, y por el Sistema Interamericano de los Derechos Humanos, dirigida por la Comisión; oscuros que han dejado filtrarse por rendijas en sus discursos o manifestaciones públicas en diferentes medios, respecto al desprecio que siente por todos los mecanismos internacionales en general, pero en específico por aquellos que defienden los derechos humanos. Estos que han sido los asideros de las motivaciones y justificaciones para luchar en contra de la homofobia a nivel internacional, para luego ser llevados y aplicados a nivel nacional.

La noticia no es menor, para quienes como yo, asumimos una postura política en torno a nuestra orientación sexual, identidad y expresión de género divergentes a la heteronormalidad, más aún cuando te comprendes en una cosmogonía ajena a cualquier principio rector del pensamiento hegemónico, en donde las mismas personas que son perseguidas, torturadas, encarceladas, golpeadas, insultadas y asesinadas son una parte de ti mismo, una parte de tu gente, de la población a la que perteneces, ya sea de aquí o de allá, por quien luchas.

Este camino que ha decido comenzar a recorrer el pueblo norteamericano, llevado por un 40% de su electorado, nos da previo aviso a lo que se vendrá, desde ya comienzan a verse el veto al matrimonio igualitario (de nuevo), a impulsarse los tratamiento de cura contra la homosexualidad o mejor conocidas como tratamientos de conversión, y como hablamos de pensamiento hegemónico heteronormalizado muy probablemente se dejaran de proveer tratamientos retrovirales en la lucha contra el VIH.

Posiblemente en algunas ocasiones veremos intentos de criminalizar la homosexualidad, sino de Iure si de Litis, es decir el margen de apreciación de los jueces se verá fuertemente influenciada por rasgos homofóbicos para mandarles a tratamiento de cura o para que sean llevados a prisión. Así, esto permeará en las instituciones de seguridad pública, en las diferentes policías e incluso en las fuerzas castrenses quienes se verán tentadas de realizar persecuciones a población civil, así como posibles purgas internas. También, como previo a lo que pasará a partir del viernes, las personas homofóbicas sentirán, que desde ya, se encuentran cobijados al amparo del pensamiento presidencial para perpetrar ataques y crímenes de odio por homofobia, como lo vimos en California.

Junto a este avasallamiento, corren riesgo latente los avances por la igualdad efectiva de las mujeres, y una posible pérdida de sus adelantos ante el pensamiento ultra conservador, machista y misógino que apoya a Trump.

Ante estos hechos, nos encontramos frente a una realidad muy diferente, adversa a la luz y claridad que existían bajo el respeto de los derechos humanos de la población LGBTI que impulsó Obama. Ahora nos enfrentamos a una cultura del odio, el cual abarcará todos las formas posibles de discriminación, estigmatización, estereotipos y segregación; así pues frente al anti-mexicanismo y homo y xenofobia, da para doble o multi-discriminaciones, para cientos de miles de personas homosexuales mexicanas ciudadanas norteamericanas, para migrantes legales o “ilegales” en suelo norteamericano.

Avanzará sin lugar a duda, el golpeteo internacional para degradar cualquier mecanismo o instrumento de protección de los derechos humanos de la población LGBTI a nivel global; y por tanto, se puede intuir la instauración en los gobiernos de odio la homofobia estructural, verán cristalizados sus esfuerzos para imponer desde su legislaciones, hasta solapar actos homofóbicos realizados por la sociedad, pasando por políticas públicas de exclusión y persecución; estos quienes se habían mantenido al margen de hacerlo, ahora ante la falta de liderazgo voluntario de EEUU, la tentación se podría volver en realidad.

Sin embargo, mientras que nuestras ópticas se acostumbran a la oscuridad cerrada, obnubilada por la bruma del ultra-conservadurismo neo-nazi, seguiremos en pie de lucha, porque sí no podemos ver olfatearemos la pestilencia de rancias tradiciones para preparar acciones, sí no podemos ver escucharemos las botas del opresor acercándose para detenerlas, sí no podemos ver gritaremos hasta desgarrar nuestras voces, siempre defenderemos nuestro derecho a existir con dignidad, sin temor ni violencia, en Paz y respeto a las demás existencias.

NO ENTRARÉ EN SILENCIO A LA OSCURIDAD.

Por la conquista de nuestros derechos.

Rodolfo Vitela Melgar.