martes, 27 de junio de 2017

La 39. Ya no fue nuestra marcha...

Como es costumbre después de 20 años, como cada sábado, el tercero del mes de junio, y luego de un rico desayuno lejos del barullo que por experiencia conocíamos, tomamos uno de estos nuevos transportes públicos sobre Reforma, dirección Zona Rosa, nos desviaron exactamente en la glorieta de la Palma, en donde al caminar me percate que por primera vez habían vallas metálicas color gris claro, lo cual me incomodo bastante, ya que los cortes a la circulación eran solo con motos de la policía capitalina y las horribles cintas color amarillo, las cuales podíamos pasar por debajo de ellas y continuar nuestro camino al encuentro con lxs nuestrxs, ahora no, era diferente algo parece que cambio, me pareció inoportuno de hecho esa limitación, me hizo sentirme restringido.

En ese momento vi mi reloj eran las 11:00 de la mañana, mientras caminábamos mi novio y yo hacia la Victoria Alada; el barullo era fuerte, música rara y extraña cantaban grupos que no son parte de la cultura de los antros gays; eso sí mucha gente, pero nuevamente algo raro volvió a perturbarme, ahora observaba que habían cerrado los dos flujos de Reforma; en el primero, aquel en el que siempre marchamos, era un área peatonal enorme con grandes socavones rectangulares que hacían embudos y embotellamientos de caminantes, bueno nada raro en esta ciudad desquiciada en su movilidad. Y en el otro se encontraban los trailers, camiones y contingentes nutridos; al pasar me llamo la atención uno con muchos globos metálicos; poco a poco me di cuenta que eran empresas, IBM, Google, PEMEX, entre otras muchas que nunca habían estado, sinceramente me dio gusto observar que muchas personas cisgénero “acompañaban” la marcha; entre las empresas se encontraban aquellas de los antros de la población LGBTTTI, logre ver a los osos y una más de leathers.

Y lo que me crispo, observar que estaban de manera salteada los contingentes políticos, representación de las delegaciones, partidos políticos: tanto Morena como PRD, por lo menos de 2 delegaciones Tlalpan y Miguel Hidalgo, por cierto estas últimas de una manera más creativas que el resto.

Ahí me encontré con personas muy queridas, otras no tanto y otras no por menos decir innombrables, en fin, regresamos para ver iniciar la marcha solo que ahora buscaba los contingentes de las organizaciones de la sociedad civil, activistas y personas defensoras de los derechos humanos de la población LGBTTTI, y no, pues no, no logre verlas, algo ya estaba muy mal.

En ese regreso me encontré a una importante figura del activismo, compañera de muchas batallas, a quien le comente mi malestar, me contó que las instancias del gobierno de la Ciudad de México; quienes se lucían mediáticamente en la plataforma de salida, de manera audaz tomaron el control de la marcha, justificándose en la desorganización que tenemos como colectividad y que ante ese “hueco” el gobierno lo aprovecho, así que nuevamente nos calificaron.

Entonces comprendí todo, era cierto, lo que amistades me habían comentado ya respecto al “agandalle” del gobierno de Miguel Ángel Mancera al cooptar de lleno la marcha, así todo cobro sentido.

1° la exagerada cantidad de personas heterosexuales que fueron a la marcha, y no es que este mal o que yo esté en contra que hayan asistido, sino que ni ellxs sabían de qué se trataba, creen que es una fiesta o una romería, eso me dijeron varios a los que les pregunte;

2º el aumento desbordado de empresas, que tampoco me molestan, ya que sí uno a leído un poquito de la historia de nuestro movimiento, este nace en la meca del capitalismo, y es bueno decir que ni el comunismo ni el socialismo nos reconoció, sino por el contrario bajo otros lemas nos volvió a perseguir, encarcelar, asesinar y exterminar;

3º funcionarixs públicos, repartiendo por todos lados pasquines, folletos e información del gobierno de Macera; cabe recordar que cuando él llegó al poder lo primero que hizo en nuestra marcha fue intentar bloquear la llegada al Zócalo y redirigirla al monumento a la Revolución, invento burocracias inexistentes, y ahora a un año de las elecciones pum! Todo cambio, ¿qué raro verdad?
Entonces, en un paro abrupto del vértigo que se generaba en mi cabeza, como si esta fuera una cámara panóptica tratando de enfocar un punto de reconocimiento, de pertenencia, la realidad me atropellaba, heterosexuales nos empujaban, nos aventaban, con sus globos, con sus risas, como si estuvieran en una feria, era una pesadilla hecha realidad, ahora la normalización de la marcha era un hecho, ya somos reconocidxs como motín político real. A nadie de los cisgénero les importaba si habían consignas, qué buscábamos con la marcha de este año, un cartel con una cosa rara, hasta que la Super Mana detallo la razón de su existencia supe que quería decir, pero lo que yo veía no era lo que se describía, una cosa rara con ojos grandes me observaba.

Así, con pánico le tome la mano a mi novio y le dije vámonos más adelante, tenemos que encontrar nuestra marcha, así rebasamos al contingente de embajadas, de CONAPRED, creo que hasta Copred, era un vistazo rápido no mi importaban ya; así encontré a un contingente de amigos y conocidos, quienes iban con una lona reclamando y denunciando a Mancera  por su oportunismo, por intervenir en la marcha y su organización; manifestantes quienes gritaban a todo pulmón un cantico que me emociono “Sacaremos a Macera de la Marcha… sacaremos a Mancera de la Marcha… de la Marcha sacaremos a ese Wey!!! Puf! Fue lo máximo, me reencontré con mi marcha; padecieron todo el trayecto, 1º una mujer con gorra, cisgénero se puso enfrente y no les dejaba avanzar, se logró a base de gritos y de un rotundo reproche generalizado que se quitara, lo intento un par de veces más, luego un hombre que parecía periodista hizo lo propio, y finalmente un grupo de mujeres trans identificadas con un ala del PRD quienes se colaron de manera violenta frente de ellos, en un momento de madurez cívica se paró la marcha y se dejó que pasaran, luego al llegar a Insurgentes un grupo de personas encapuchadas y vestidas de negro con iconografías rojas, se unieron a la protesta contra Mancera y Patria Jiménez; cabe hacer la puntuación que mi enojo no era contra ella y su grupo político, sino contra Mancera, por eso marche a lado de ellos, desde la banqueta y no me incorpore al cuerpo de su contingente, además que no es ético montarse en el trabajo y organización de otras personas activistas. Este grupo de encapuchadxs me trajo algo que no sentía cuando estaba atrás, era seguridad, seguridad de que frente a un ataque de un cristiano evangélico pentecostés estuviéramos solxs, sentí el compañerismo y la empatía de ellxs, a quienes desde este humilde texto les agradezco profundamente.

Así pues, una condena rotunda contra Miguel Ángel Mancera por su intervención en la organización y desarrollo de la Marcha del Orgullo, el haber intentado sacar, amedrentar y violentar al contingente disidente contra su gobierno, lo cual viola artículo 1º Constitucional, y el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Posteriormente, aplaudir y de nuevo invitar a las empresas que marcharon, a las personas cisgénero que también lo hicieron; observándoles que ustedes son acompañantes, no vienen a desplazarnos, a invisibilizarnos, hacernos a un lado.

Otro punto bueno, fueron el acompañamiento de las embajadas de diferentes países, quienes si supieron ocupar el lugar de acompañamiento, se agradece.

Uno más a favor, o que quiero ver de manera positiva, el acompañamiento de Xóchitl Gálvez, quien experimento en su propia demarcación un acto de discriminación transfobica y que a raíz de ello enmendó el camino, cosa que yo no había presenciado nunca, demostrando de paso que no todo el PAN es igual.

Lo malo, el Pinkwashing del gobierno capitalino y con ello señalo a todas las secretarias y dependencias del gobierno quienes no respetaron las reglas que se habían puesto desde hace mucho tiempo atrás y que mantendrían distanciamiento importante entre el activismo y la política partidista, Mancera es responsable directo de esto hechos, lo que no sabe el pobre, y que ya se ha demostrado, es que el voto de nuestra población no es homogéneo, no responde a los patrones heteronormales.
Pasamos de ser un poquito a un montón, antes menospreciaban la cantidad de personas que marchábamos, siempre decían entre 200 mil personas aproximadamente, una característica del machismo, la cuantificación menor para desacreditar minorías, ahora resulta que fueron millón y medio de personas, ya que ellos los heterosexuales políticos, normados hicieron presencia y marcharon entre nosotrxs.

Finalmente, hacer un llamado a las organizaciones de la sociedad civil, activistas y académicos que no tengan intereses partidarios, retomar la marcha, no consagrarla a la normalidad hegemónica, rescatar su objetivo identitario, su raíz crítica y demandante, no dejarles el espacio y el micrófono a los cisgénero heteronormados con intereses personales y políticos, quienes nos han arrebatado en esta marcha la voz y solo se ha escuchado la suya, esta que no nos representa y no nos une, voces de quienes ni conocen el movimiento y que llevan a un reductivismo peligros hacia la discriminación meramente; peor aún que no hablen por nosotrxs, que no nos impongan sus agendas heterosexuales, recuperar nuestros espacios es ahora un llamado importante.  

Ciudadano Libre
Rodolfo Vitela Melgar
Por la conquista de nuestros derechos