jueves, 7 de mayo de 2009

LA MUERTE DEJA EL NEGRO... Y SE TRASVISTE DE ROSA

Los crímenes de odio, motivados por la orientación sexual en México, y en específico en el Distrito Federal, han continuado realizándose de forma repetida, en el último semestre, existen ya cinco ejecuciones por lo menos en dicha entidad, donde a últimas fechas un gay es asesinado cada mes en la capital, dicho incremento es paralelo al que el FBI reporto a partir del año 2006.

Los ataques por odio bajo este tenor, tienen varios tintes y matices, entre los que se encuentran: amenazas, asalto físico, violaciones sexuales, torura, tentativa de homicidio, asesinato y robo, en razón criminal homófoba; de la debilidad física que estos supuestamente presentan al asumir su carácter de “femenino”, luego entonces se tiene a una persona débil, frágil de vulnerar, pero realmente el móvil es darles una lección a toda persona con orientación sexual diferente a la heterosexual, debido a su disidencia sexual, caso visible arduamente estudiado e investigado, es el caso Mathew Shepard, en donde se dijo que sólo habían querido robar a Shepard y nunca tuvieron la intención de matarlo, pero el fiscal del caso acusó a McKinney y Henderson que fingiendo ser gay, engañaron con el fin de obtener la confianza de Shepard para robarle. Durante el juicio, el par de novias de ambos declararon bajo juramento que Henderson y McKinney planearon robar a un gay. Entonces se dirigieron a la Fireside Lounge donde Shepard fue seleccionado como objetivo. Afirmo que Shepard les pidió un “aventón” a casa. Pero estos lo llevaron a una zona remota de Laramie, donde le robaron, lo golpearon severamente, y lo ataron a una valla con una cuerda, McKinney declaro que en el camión mientras llegaban al campo Shepard suplicó por su vida. Los medios de comunicación escrita documentaron mejor la investigación en donde se presenta la pistola ensangrentada debido a los azotes que destrozaron el cráneo de Mathew. Se ifnormó que Shepard fue golpeado tan brutalmente que su rostro estaba cubierto de sangre, excepto por los surcos que habían lavado y limpiado sus lágrimas. Ambas novias también declararon que ni Henderson ni McKinney se encontraban bajo la influencia de drogas en el momento de la ejecución.

Este mismo esenario ha sido visto en los casos de asesinatos en estos últimos casos en la la Ciudad de México, Ya que a partir del mes de febrero el promedio se triplicó. Homosexuales dejaron entrar a su casa a sus verdugos, que los mataron con sadismo y patrones similares. Los tres casos podrían vincularse a dos homicidios más: uno ocurrido en noviembre pasado y otro en febrero. Expertos sospechan de un multihomicida; la Procuraduría capitalina lo niega, como es su costumbre y mientras tanto la población LGBTTTI seguirá siendo aniquilada.

Caso 1: Sergio Segura
112 lesiones de arma blanca 3 de febrero
El fin de semana en Veracruz no fue lo que el productor Sergio Segura esperaba. La comida le había causado una descompostura que apagó la alegría de vacacionar. La mala fortuna lo perseguía: en septiembre de 2008, directivos de TV Azteca lo despidieron tras haber sido por seis años cerebro del reality show La Academia, el responsable de dirigir los elencos, revisar los guiones y dar eficiencia a la producción.
Con la escapada al puerto, él y sus amigos buscaban despejarse, para de regreso poner las bases de una empresa. Franco y enérgico, Segura había resuelto que, de regreso al DF, dirigiría la primer junta de planeación del nuevo proyecto ligado al espectáculo. La noche del martes 3 de febrero los tres amigos volvieron, y Sergio se dio tiempo para llevar a uno de ellos —al que conocía desde hacía 28 años—, a su domicilio, en la Jardín Balbuena.

A las 9:30 pm se despidieron, con la promesa de hablarse al día siguiente.Segura, homosexual asumido de tez morena y físico de gimnasio, entró a su casa pasadas las 10 pm: la número 15 del Fraccionamiento Villas Puerta de Hierro, en Magdalena Contreras.
Según testimonios de los vecinos, la noche en ese punto elevado del DF transcurrió en silencio. La seguridad privada tampoco percibió ruidos perturbadores.
Pero al amanecer del 4 de febrero, al iniciar su faena, un jardinero descubrió sangre en la puerta de la vivienda de Segura, y avisó a la caseta de vigilancia. Minutos después, acudieron peritos y agentes del Ministerio Público.La tarde siguiente, el amigo al que Segura había dado un aventón lo llamó, según lo acordado. No hubo respuesta: «Pensé que estaba en el gimnasio, a donde iba diario.» A las 7 pm, un rumor se propagó entre gente de la farándula: el ex director de Nuevos Proyectos de TV Azteca había sufrido un accidente de auto. Amigos y familiares iniciaron la búsqueda, hasta que un amigo decidió acudir al domicilio. En la entrada del residencial de avenida San Francisco, agentes de la patrulla P62-13 acordonaban el área. Sergio Vicente Segura Hernández, de 40 años, había sido asesinado. Su cadáver ya estaba en la Fiscalía Desconcentrada en Magdalena Contreras.
Érika, su sobrina, comunicó la tragedia a la familia directa. A la 1 am del 5 de febrero, los hermanos de Sergio identificaron el cuerpo.
El día 7, el mejor amigo de Segura constató en la casa de Contreras que el o los homicidas robaron una lap-top, un iPod, un celular y una cartera. Forzaron sin éxito su caja fuerte. Por último, fue extraída una Jeep nueva —la adquirió tres semanas antes de morir—, que días más tarde apareció en Tlalnepantla con manchas de sangre.
La investigación pericial indicó que, probablemente, Segura consintió que entrara a su casa quien más tarde lo mató, pues en las cerraduras y ventanas no había forzamiento.El cuerpo de 1.80m fue enviado a la SEMEFO. «Sufrió doce heridas por mecanismo cortante, y 100 heridas por mecanismo punzo-cortante; es decir, 112 heridas por arma blanca en todo el cuerpo», indica Felipe Takajashi, director de esa institución. Aunque le causaron un dolor inimaginable, sólo las heridas del cuello le provocaron la muerte, al destruir las estructuras vasculares. El cadáver de Segura presentaba, además, «zonas equimóticas» (moretones) y «escoriaciones» (raspones) en cara, brazos y piernas.
«Ningún “profesional” que cobra por matar ejerce esta violencia —dice el director de SEMEFO—. Un sicario realiza un disparo, no tiene por qué invertir tanto tiempo en propinar 112 lesiones con las que deja más indicios y se arriesga a ser visto, identificado, detenido. No fue un trabajo profesional, o si lo fue buscaron desviar la atención: hay formas más rápidas y efectivas de quitar la vida.»

Caso 2: Óscar Portocarrero
Un rostro desfigurado
14 de febrero
Hace siete años, cuando cumplió los 30, Óscar Portocarrero Martínez comunicó a su familia que era homosexual. Pese al impacto de la noticia, su padre, Jorge, accionista de Reaseguradora Patria, respondió con un gesto de cariño al último de sus cuatro hijos: le cedió el departamento 202 de Filadelfia 124, en la Nápoles, que había sido su oficina.
Óscar, un muy delgado artista gráfico de 36 años, vivía solo en esa vivienda que convirtió en un loft con delicados toques a go-gó: en el espacio luminoso de cerca de 80m2 cuadrados lo mismo dedicaba horas a diseñar en su MacBook, que organizaba fiestas de antología. Varios vecinos lo rechazaban: el joven era el único habitante de un inmueble que, en los 19 departamentos distribuidos en sus siete pisos, estaba destinado básicamente a despachos de arquitectos y abogados. Talentoso para pintar y esculpir, Óscar se abría paso en el cine y la publicidad. Coca-Cola lo había contratado a él y su socia, Gabriela Peña, para producir un anuncio. Y en 2007 el director de cine Juan Patricio Riveroll le confió el diseño de arte de la película Panorama, en la que actuó Ofelia Medina.El sábado 14 de febrero, Gabriela lo llamó por teléfono. Óscar no contestó en casa ni en su celular. Al día siguiente hizo lo mismo. Sin respuesta. Preocupada, fue con su amiga Patricia de Burgos al edificio y tocó el timbre. En vano. Optó por retirarse. El lunes 16 esperó la llegada de su amigo en la oficina donde trabajaban. Otra vez, no hubo señales.
La mañana del martes Óscar tampoco se presentó al trabajo: entonces Gabriela intuyó algo malo. Fue al edificio, subió al segundo piso y entró al departamento. Había objetos y papeles dispersos, botellas de alcohol y sangre que corría del pie de la cama a la entrada. La chapa del departamento no había sido forzada.Óscar, sin embargo, no estaba ahí.
Bajó las escaleras hasta el estacionamiento, donde él guardaba su camioneta Pontiac Aztek verde placas 524MLN. El vehículo estaba sin los seguros puestos. En la parte de atrás estaba un cuerpo envuelto entre cobijas. y, según el diario La Prensa, «maniatado de manos y pies con alambre de energía eléctrica negro.»Alarmada, llamó al abogado Fernando Peña, su hermano, quien le pidió acudir al MP en Benito Juárez.
Desde ese momento una cadena de llamadas de amigos empezó a regar la noticia más probable: Óscar había sido asesinado.
Peritos y agentes judiciales de la Coordinación Territorial BJU-1 cercaron el edificio. Al remover las cobijas, el cuerpo estaba hinchado y despedía el olor de un cadáver de varios días. En el coche estaban la MacBook de Óscar, una pantalla plana y un reproductor de DVD. Probablemente los abandonaron ahí al no encontrar la llave que abría el portón del garage.
La necropsia indica que el o los homicidas infringieron a la cabeza de Óscar dos golpes severos con un «objeto romo» (sin punta) y, a la parte derecha de su cara, 10 heridas por instrumento punzo-cortante.
«Las 10 lesiones tienen un patrón: todas hirieron tejidos blandos pero ninguna le causó la muerte», dice el director del SEMEFO. Es decir, los agresores habrían querido hacer sufrir a Óscar antes de fracturar su hueso temporal —lo que lo dejó sin vida— con lo que pudo ser un golpe de la cabeza contra el piso. Murió de «traumatismo craneoencefálico» .
«Por cómo quedó su rostro, ni en el entierro ni en el funeral los amigos y familiares pudimos verlo por última vez», dijo un amigo del diseñador que pidió el anonimato. Varios patrones se repetían respecto al homicidio anterior: Óscar consintió que entrara a su casa quien luego lo asesinó tras ejercer crueldad. Era un gay maduro y vivía solo.


Caso 3: Jorge Viteri
Maniatado EN EL CLÓSET
28 de febrero
El empresario Jorge Viteri había decidido vender su capital del restaurante China in a Box, en Paseo de la Reforma, y apostar a dos nuevos negocios: la producción de trufas de chocolate y la venta de regaderas ecológicas. Aunque osado, el viraje le estaba dando una vida cómoda: poseía un departamento en la Del Valle y estaba cerca de construir una casa de descanso en Morelos.Festivo e irónico, solía entregarse a la vida social. La noche del viernes 27 de febrero condujo su Neon hasta la Zona Rosa y llegó a su antro consentido, El Taller, donde a sus 58 años solía ligar otros hombres. De 1.75m, bigote y lentes, Jorge atraía por masculino. Al menos una vez por semana transitaba entre la pista, la barra y, a veces, el “cuarto oscuro” de ese bar.
La madrugada del 28 de febrero salió del antro de la calle Florencia y se dirigió a su edificio, en el número 215 de Eje 8 Sur. Pese a que un vecino sostiene que al departamento entraron tres personas, no percibió en la noche ruidos anormales. Tampoco Juan, el portero: «A las 8:30 pm me encierro a piedra y lodo. A las licenciadas y policías que me interrogaron les dije que no sé lo que pasa después.»
El fin de semana, Ileana Viteri —una de las tres hermanas del empresario— habría intentado contactar telefónicamente a Jorge, pero no hubo respuesta. El lunes a la tarde, preocupada, se dirigió a la segunda planta del edificio de la Del Valle. Hacia las 7 pm pidió a un empleado del edificio ayudarla a a forzar la cerradura para entrar. En casi 70 horas no habían surgido de ahí movimientos ni ruidos. Entró. Al abrir el clóset de un cuarto, vio el cuerpo desnudo de Jorge, atado entre ropa con una cuerda de varios metros. La Policía Preventiva recibió el aviso. La patrulla P36-05 y otros cuatro vehículos de la SSP, con unos 20 agentes, acordonaron al edificio, y poco después llegaron los agentes y peritos de la PGJ.El cuadro del departamento en el instante en que el cadáver fue retirado era anárquico: cajones abiertos, libros en los pisos, objetos y documentos revueltos. Ningún vecino escuchó algo anormal. Como en los asesinatos previos, SEMEFO no detectó en el cuerpo marcas de amordazamiento ni sedantes, dos posibles causas de que Viteri no gritara.
La autopsia indica que murió de «asfixia por estrangulació n.» El cuello tenía un «surco escoriativo» de 0.5 a 1cm originado por una cuerda o algún otro objeto extendido que, al impedirle respirar lo hizo morir. El cadáver presentaba múltiples raspaduras y moretones y dos surcos en las muñecas: «Pensamos que lo tenían maniatado», dice el titular de SEMEFO.
Con 14 días de distancia respecto al anterior asesinato, varios factores de los anteriores homicidios se repetían: Jorge consintió que alguien entrara a su casa: cerraduras y ventanas se encontraban intactas. Fue asesinado con crueldad. El o los agresores también eligieron un gay maduro que vivía solo.
Jorge Viteri Castillo fue velado el 3 de marzo pasado en la Funeraria Lomas Memorial, de la Carretera a Toluca.




Caso 4: Bautista Balcarce
ESTRANGULACIÓN
27 DE noviembre, 2008
Era “miércoles de póquer” en casa de sus amigos en la Condesa. En la reunión, el modelo argentino Bautista Balcarce presumió que al rato sería «maestro de ceremonias» de un baile para recabar fondos contra el SIDA. Departiría con una legión de celebridades en un cabaret del sur.
En la baraja, los fulls y las flores imperiales le daban últimamente una racha de suerte. Las horas de ocio con amigos calmaban el dolor de días antes, cuando su perro fue envenenado cerca de su edificio.
La tarde del 26 de noviembre jugó la última partida, caminó por Avenida México, abordó su auto y condujo hasta la Napoles. A las 9 pm inició “Fichando por la vida”, con famosos como Arleth Terán, Claudia Lizaldi y Juan José Origel, según reseñó El Sol de México. La fiesta era de “fichas”: el ganador de una subasta bailaba con un famoso. Alegre, Bautista ofreció al público piezas de salsa y alternó el micrófono con su gran amiga, la actriz de TV Azteca Ana Cioquetti.El mexicano naturalizado apareció de pantalón de terciopelo, camisa negra, saco blanco y amarillo a cuadros y corbata. Era gay y no hablaba de su vida privada. «Si venía a casa y tenía una cita se justificaba: “tengo un cafecito” era la clave de que iba a ver a alguien», dijo una de sus amigas.
Ser un modelo de 47 años era un problema. En los 90 fue un hombre-imagen de Colgate, Panasonic o Aeroméxico, y en el ‘95 Alejandro González Iñárritu lo dirigió en promos del Día del Padre en Televisa. El hombre de ojos azules dejó la TV para ser co-conductor en Radio Fórmula junto a su amigo el estilista Alfredo Palacios, y alternarse como corredor de bienes raíces.
A la 1:30 am, Bautista salió del antro y abordó su auto. «Fue raro que no se despidiera de varios amigos», dice uno de ellos.
Hace un par de años, compró un departamento de 54m2 en el número 8 de la calle Estrasburgo, en Zona Rosa. Flanquedo por las boutiques sexuales Sodoma y Rainbowland, y muy cerca de los bares gay BlackOut, Be Gay, Boy Bar, La Gayta, Pussy Bar y Lipstick, su hogar estaba ordenado obsesivamente. Ese jueves estacionó en la calle Niza y hacia las 2:00 am caminó tres cuadras. Abrió el elevador de su edificio con una llave de la que sólo los vecinos tienen copia, y subió a su departamento, el 202. Adentro, guardó su reloj Cartier en un cajón y la pulsera Tiffany en un ropero —según testimonios los portaba en el evento—, se sacó los zapatos y conservó la camisa y el pantalón. Isabel, empleada doméstica de Balcarce, llegó 12 horas más tarde a realizar el quehacer con su hijo de 11 años. Subieron las escaleras a las 2:30 pm y abrieron con llave. El silencio era llamativo. Al dirigirse al cuarto de Bautista, el pequeño observó un cuerpo atrás de la cama, envuelto en un edredón empapado: «Está tirado, hay mucha sangre», gritó el menor, según datos de la PGJ. Isabel tomó el teléfono y avisó del hallazgo a dos hermanas argentinas, amigas de Balcarce. Ellas acudieron al domicilio. Horrorizadas, vieron el cuerpo cubierto y avisaron a la policía.
Minutos después arribó una ambulancia. Los enfermeros confirmaron que tenía varias horas sin vida. En el departamento había varias cervezas abiertas, pese a que Bautista, según sus amigos, jamás ingería esa bebida. La necropsia establece que sufrió «asfixia por estrangulació n.» Murió entre las 3 y 4 am del 27 de noviembre.
Los vecinos consultados negaron oir ruidos raros o lamentos.
La asfixia dejó al cuello de Bautista un «surco escoriativo» de 23 cms de largo, y de 0.5 a 1.5 de ancho. Fue usado un objeto sólido y extendido en una maniobra que duró de 1.5 a 4 minutos. El cadáver presentaba múltiples moretones y raspones.
«Quien lo mató entró con él. Sólo él tenía la llave de su departamento» , dijo Roberto Reyes, el velador, quien esa madrugada estaba fuera del DF. En los últimos meses, dice, visitó tres veces a Bautista un moreno de unos 25 años. «La última vez tocó el timbre ebrio. Le pregunté a quién buscaba y me dijo que no sabía. Tocó hasta que le advertí que se retirara porque llamaría a una patrulla», relató.
Michelle, modelo checa del apartamento 3, uno arriba del argentino, niega haber oído o visto algo sospechoso, pese a que ese día regresó de una fiesta a las 3:30 am, hora en que, según el MP, Bautista agonizaba. Le sorprende que no se inquietara su perra Dogo de Burdeos entrenada: «Los departamentos son pequeños y se oye la música o si hablas fuerte. Es raro que Sena estuviera tan tranquila esa noche: si escucha algo raro no para de ladrar.»El o los homicidas robaron una HP portátil, una cartera con dinero y tarjetas de crédito, un celular, una agenda telefónica y una gran pantalla LCD que, difícilmente, una sola persona pudo bajar. Tras concluir el homicidio y bajar los objetos, subieron a cerrar, pues la empleada doméstica debió abrir con llave.La PGJ infiere que Bautista actuó bajo «sumisión»: habría aceptado el castigo. María González Balcarce, hermana de Bautista, dio por email otra versión a esta revista: «Si opuso poca resistencia fue porque lo sometieron sorpresivamente.»Primer varón de Josefina Balcarce, Bautista nació el 9 de enero de 1961. Dejó Buenos Aires en 84 y antes de llegar al DF fue actor en Santiago de Chile y Miami. Hablaba por teléfono con su madre y sus hermanos, repartidos en Argentina, España y Francia, país al que visitaba para ver a su hermana María, habitante de Bures-sur-Yvette.
La noche del jueves 27 de noviembre, María volvía a su casa en el tren RER, procedente de París —donde atiende en su consultorio—. Quince minutos antes de la medianoche, mientras transitaba por la antigua estación de Orsay, sonó su celular.
—Murió Juan Bautista—, le dijo Jean Claude, su esposo.
—¡No puede ser, no es cierto! —gritó la mujer frente a un joven que no entendía qué le pasaba a su acompañante de vagón.
«Diecisiete horas antes —dice María por teléfono—, a las 9:30 am de Francia mataban a golpes a mi hermano en su propia casa. Al arrancarle su vida me la quitaron a mí, porque éramos uno.»
Bautista fue velado por su madre, sus cuatro hermanas y su hermano el día 28 en la funeraria Jardines del Tiempo, en la Roma.
Sus hermanos esperaron 20 días a que la PGJ diera resultados. Tras el plazo, desde sus países llamaron a amigos de Bautista para buscar sospechosos. «Actuamos como detectives —dice María— y encontramos pruebas muy importantes.» Aunque dieron esos datos a la Fiscalía Central de Investigación para Homicidios, la familia pidió no publicarlos para no entorpecer la investigación.El Consulado de Argentina en México confirmó que la familia de Balcarce le pidió intervenir en la pesquisa. «Consideran lenta la investigación —indico la representació n diplomática—. Nos hemos reunido con el Fiscal de Homicidios de la PGJ, Joel Alfredo Díaz.» En esos encuentros la dependencia reconoció, según el consulado, que no existen sospechosos sobre el homicidio.
«¿Cómo es posible que monstruosidades semejantes ocurran impunemente día tras día en México? —escribió María en un email—. ¿Por qué ese salvajismo? ¿Dónde están la humanidad, la justicia? ¿Qué pasa con las autoridades mexicanas?»El cuerpo de Juan Bautista González Balcarce descansa en el Cementerio de la Recoleta, en Buenos Aires.
En el estado de cuenta de las tarjetas de crédito robadas a Bautista aparecieron compras de juguetes en Puebla y Veracruz.
CRÍMENES PASIONALES: PGJ

De ‘95 a 2006, en el DF fueron asesinados 148 homosexuales, según la Comisión Ciudadana Contra Crímenes de Odio por Homofobia (CCCCOH): 1.1 al mes. El número ya era infame. Pero en febrero de 2009, en sólo 25 días fueron asesinados tres. Los agresores eligieron un perfil: gays maduros (de 36 a 58 años), estables en lo económico y que vivían solos. Al parecer, dejaron pasar a su casa a quien después los mató. En todos los homicidios hubo violencia, a veces extrema. La homofobia podría explicar el sadismo. «En zonas urbanas los homicidios son como estos cuatro: se tortura, ya sea con cuchillo, con ahogamiento. .. Los escenarios son macabros», dice la activista y ex diputada local Enoé Uranga, quien ha pugnado por tipificar el crimen por homofobia. Ante este panorama surgen dos preguntas: ¿los recientes homicidios son independientes? o ¿existe un asesino serial, un multihomicida o un grupo violento?Hoy, 25 países contienen en sus códigos y leyes la tipología “crimen por odio”. Mexico no. En Estados Unidos, el FBI establece que dichos delitos tienen cinco motivaciones de desprecio: raza, religión, origen étnico, discapacidad y orientación sexual. «El gobierno perredista no ha pugnado por establecer en el Código Penal la tipología “crimen de odio”, con la que la PGJ emprendería líneas de investigación que escarbaran un móvil de los asesinatos: la aversión al homosexual», señaló Fernando del Collado, autor del libro “Homofobia. Odio, crimen y justicia, 1995-2005”.
La ex subprocuradora de Atención a Víctimas y Servicio a la Comunidad de la PGJ, Bárbara Yllán, dice que la justicia mexicana es «homófoba y misógina»: «hay un prejuicio que hace dar tumbos a estas averiguaciones. (La PGJ) dice, “es un crimen pasional, el criminal fue su pareja.” La pareja es hostigada, se pierde tiempo y no hay un manejo exacto de la escena del crimen. Se ignora su valor.»El Fiscal de Homicidios de la PGJ, Joel Alfredo Díaz, sólo aceptó dar consideraciones generales de los casos. Pese a que la oficina que dirige reconoce carecer aún de los dictámenes periciales sobre las huellas dactilares en los lugares del crimen —que ayudarían a determinar si los homicidas coinciden—, dijo que hay «un gran avance» en las investigaciones. Antes de ser entrevistado, escuchó del reportero los posibles puntos en común de los homicidios.—¿Hay indicios de un asesino serial o multihomicida?—, se le pregunta.—No hay ningún asesino serial, porque ningún crímen se relaciona con el otro.
—¿Y los puntos en común?
—Reitero: son independientes y ninguno (de los homicidios) es homofóbico.
—¿Por qué no lo son?
—Son pasionales por los antecedentes de otros asuntos que se han resuelto: es una cuestión de pareja
—O sea, ustedes van por la captura de las parejas de las víctimas.
—Las líneas de investigación no se cierran a ellos (las parejas), sino al ámbito familiar, laboral, son varias líneas que se agotan.
—Si es pasional, el agresor no puede ser el hermano o el papá...
—Partimos de esa línea (la pasional), pero agotaremos otras.
—En los asesinatos se percibe odio...
—No tenemos corroborado que hicieran sufrir a la víctima.
—En Segura hubo 112 heridas de arma punzo-cortante. ..
—Así es. Se han encontrado (ese tipo de agresiones) en homicidios de personas que no son de preferencia sexual diferente.
—¿El número les es llamativo? ¿Tres gays muertos en 25 días?
—Llama la atención, pero descarto que sean por homofobia.
—¿Por qué no le dejan una leve posibilidad a ese móvil?
—Ninguna línea de investigación arroja que haya homofobia.—¿Ni las 112 puñaladas?
—Terminada la investigación informaremos eso responsablemente.SEMEFO no lleva una estadística de si los cuerpos fueron de homosexuales. «Pero si la llevara, a lo mejor nos hubiera llamado la atención que en este lapso se presentaran cuatro casos», admite Takajashi, director de esa institución. Las necropsias y los testimonios no dan cuenta de un ritual en el modus operandi: casi siempre el sello de un asesino serial. Aunque para Rodolfo Millán, director jurídico de la CCCCOH, podría haber un multihomicida: «Los multihomicidas aprovechan la coyuntura. Si hay una cuerda a mano, lo ahorco; si veo un cuchillo, lo uso. Como quieren robar casi siempre actúan acompañados. (En estos cuatro casos) Las víctimas son mayores de 35 años. El asesino pudo ser un trabajador sexual o alguien atractivo que se liga a una persona mayor que vive sola y que le franqueó el paso, y mata con tortura.»
La activista Uranga añade: «(En los cuatro homicidios) hay rasgos de un multihomicida, un cuadro similar. Y el asesino tiene de cómplices a vecinos que crean una barrera de silencio y piensan: “Sí, estoy oyendo, pero eso se busca al ser lo que es”. Si oyeron esa monstruocidad y luego se enteraron que derivó en un crimen, por vergüenza prefieren decir “no oí”.»
En los crímenes por homofobia estudiados desde 1995, la CCCCOH detectó un método común: el futuro homicida logra un encuentro sexual sin violencia donde vive quien será su víctima. Tiempo después acuerda sostener relaciones otra vez. A la nueva cita el invitado llega acompañado. Como el primer encuentro fue placentero, el anfitrión los hace pasar. Al rato, lo someten y asesinan.En los estudios químicos SEMEFO no pudo establecer si las cuatro víctimas mantuvieron una relación sexual minutos antes de morir y descartó que hubiera una violación previa.
La ex suprocuradora Yllán —que desde 1988 lucha contra los crímenes por motivos sexuales— sostiene que hay tres móviles para cualquier homicidio: la pasión, el dinero y el odio. «No dudo un minuto que (los casos) son crímenes de odio. No hay ritual en el modus operandi pero podría haber un patrón serial por cómo dejan la escena del crimen, la saña y la elección de las víctimas. Si hay robo podría ser serial: el pretexto para acceder a las víctimas es robar.»—¿La autoridad debería analizar los casos conjuntamente?
—Sí. En un análisis serial de los crímenes cada caso brinda información nueva, como un rompecabezas.
El procurador Miguel Mancera creó la Unidad Especializada en Mujeres y Personas con Preferencias Sexuales Diferentes, a donde se turnaron los cuatro homicidios. Su titular, Lucía Reza, subraya la hipótesis de crímenes pasionales: «(Los gays) son más apasionados, amorosos, exigen más fidelidad, lo que a veces no se presenta tanto en las otras relaciones (heterosexuales) .»
—Ustedes descartan un multihomicida o un asesino serial ¿Las huellas dactilares no coinciden?
—Sólo los peritos pueden determinar si existen huellas.
— ¿Qué dicen ellos?
—Estamos en espera de los dictámenes.
—¿Cuándo estarán los dictamenes?
—Se están recabando, no tenemos temporalidad.
—¿Cuántos probables responsables tienen?
—No tenemos probables responsables.
—¿La violencia de estos casos permite pensar en crímenes de odio por homofobia?—(Los homicidas) eran conocidos (de las víctimas), tanto así que les dieron acceso. No hubo odio.
—Pero si el problema era la pasión, el amor, ¿por qué hubo robo, como indican los testimonios de amigos y familiares?
—Me gustaría tener aquí (en la Fiscalía de Homicidios) a esas personas que dicen que hubo robo. Deme sus nombres.
—No puedo.
Al final de la entrevista, Reza dijo no poder informar si, tras el crimen de Viteri —el más reciente de los aquí publicados—, hubo en el DF otros homicidios de gays, de los que su oficina se encarga.[--more- -]
DE ÚLTIMO MOMENTO
El lunes 13 de abril, al cierre de esta edición, Héctor Manuel García Vázquez, homosexual de 28 años, fue hallado muerto en su departamento de avenida Magdalena, en la colonia Del Valle. Al volver de vacaciones de Semana Santa, su roommate, una joven, entró al domicilio y descubrió el cadáver. El MP en Benito Juárez informó que tenía cerca de tres días de haber fallecido. El cuerpo presentaba lesiones de arma punzo-cortante y marcas de estrangulamiento.

Y así, en tiempos electorales, ningún candidato o candidata de ningún partido a tomado en serio estos y otros casos mas, que no han llegado al homicidio pero si a constituir actos de discriminación por homofóbia, es más ni las opciones políticas llamadas candidaturas rosas, han planteado respuesta alguna.

Lamentable para nuestra población LGBTTTI, el camino es continuar denunciando y evidenciando dichos actos, y exigir a las autoridades el esclarecimiento real de los crímenes, y no el absurdo caso de comentaristas de espectáculos que solo denigran la lucha por erradicar la discriminación homofóbica en nuestro país.

C.L. Rodolfo Vitela Melgar.
Por la Conquista de todos nuestros derechos.

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