martes, 29 de octubre de 2013

INVEA-DF VERIFICA LICENCIAS PARA MATAR… DERECHO DE LA SEGURIDAD HUMANA/DERECHO HUMANO VIOLADO


Al referirnos a la muy amplia gama de posibles situaciones de riesgo que enfrentan las personas en su cotidianeidad de manera tal que les afecte completamente su desarrollo humano resultando en una irrupción violenta de su potencial individual, es hoy lo que podemos encontrar en el fondo de lo que conocemos como Seguridad Humana, tradicionalmente se ha entendido como Seguridad Humana aquella asociada a la Seguridad del Estado y seguridad nacional,  sin embargo estos conceptos de protección refieren a un ente etéreo, como lo es el Estado mismo, lo que lleva a dimensionarle como defensa de los intereses conservadores del sistema que en ese momento ostenta el poder respecto a las demás personas que integran una sociedad específica, lo que genera una brecha importante entre grupos, causando una profunda crisis social de credibilidad y confianza, lo que rompe el pacto social sostenido por acuerdos generalmente aceptados y de ser acatados obligatoriamente para todas las personas sin distinción, por lo que es necesario dividir en partes para identificar la materialización de donde radica la garantía de aplicación.
Por ello, la complejidad de comprender éste derecho humano, solo se puede entender desde la disección de la sociedad, la cual está integrada por personas, quien se desenvuelven e interactúan en un ambiente físico compartido que les conglomera por confluencia más no por determinismo, la protección que por dinámica resulta en la interacción de los cuerpos humanos en espacios públicos se mimetizan, por tanto es que se puede entender como tales, el acceso a los cuerpos por su cercanía entre ellos se conciben como espacios públicos, lo que lleva a un análisis minucioso de la protección efectiva de los cuerpos, y las normas que realmente lo hagan.
Entonces se puede observar que la protección efectiva de las personas está vinculado con la seguridad que se le proporciona y garantiza de forma obligatoria en dos sentidos, conforme a su concepción de accesibilidad por exposición entre estos, y el espacio físico concurrente que comparten en momentos concretos.
Estos espacios de confluencia son los que por obligación deben de guardar una reglamentación puntual, específica, estricta a razón de la norma, espacios como son las vías públicas, ya sean calles, avenidas, carreteras y demás, lo que abarcar una vasta y diversa forma de movilidad en el tránsito por donde coinciden las personas, en esa diversificación de la movilidad se encuentra el transporte público, y que en el caso que nos ocupa son los camiones, colectivos (conocidas como peseros) y taxis.
Los cuales tienen una regulación que debe ser acatada en su totalidad para materializar la seguridad de las personas en el trayecto en que son transportadas, así como la protección a las personas que en su entorno interactúan, cuentan con instrumentos institucionales para garantizar la aplicación de la norma, en particular el Instituto de Verificación Administrativa del Distrito Federal nacida de acuerdo con la ley del Instituto de Verificación Administrativa del Distrito Federal, que en visión reductiva solo es una herramienta de control administrativo,  sin embargo bajo la óptica de los derechos humanos se conforma como un instrumento efectivo para hacer real, palpable y concreto los mismos, ya que lleva acabo verificaciones del estado físico que guardan las unidades que transportan a cientos de miles de vidas, van desde comprobar que las llantas no estén lisas o dañadas, hasta distribución y estado de asientos. Así como las licencias para poder concesionar las rutas que cubrirán en la ciudad, sin embargo los terribles accidentes que se han venido suscitando en últimos años son delatores que algo no está bien adentro de dicha instancia, hoy se presentan dos hechos irruptores en la dinámica de encubrimiento el primero la denuncia de verificadores adscritos a la Coordinación de verificación al transporte Público quienes señalan que por instrucciones de su jefe, José Luis Valle Cosio, siete rutas de Microbuses están exentas del  “Programa de regularización e inmovilización del transporte concesionado”, exponiendo una circular donde los supervisores del Transporte del Invea les enviaron a sus verificadores el 8 de junio del presente año en la que “se les anexan las indicaciones de la semana” y que puntualizan que  LAS RUTAS QUE NO SE DEBEN SUSPENDER SON la 112, 115, 110, 7 Y 86, y que son INTOCABLES, esta es la concreción de la desigualdad en contubernio con la corrupción, esto significa que las unidades de dichas rutas estén en el estado que estén circularan, poniendo en riesgo la vida de miles de personas usuarias, y aquí la vinculación e impacto a los derechos humanos, ya que dicho privilegio administrativo establece que las vidas humanas no son importantes, que los cuerpos que contienen esas vidas no son valiosas, por su condición de posición social, económica, o condiciones por edad, sexo, y las que se acumulen.
Por lo tanto, hablamos de discriminación, ya que la visión del instituto actualmente considera que como no transporta a senadores, diputados, gobernadores, asambleístas, secretarios de estado, subsecretarios, ombudsman nacionales entre otros, pues traslada entonces a vidas que no valen nada, o que poco valen, que no son influyentes, cuerpos sin poder, a los que les pueden hacer lo que quieran, ya que hasta violaciones sexuales se han presentado dentro de los mismos.
Y una segunda irrupción, que confirma la situación dentro del órgano es la denuncia del terrorismo laboral que actualmente predomina en el gobierno del Distrito Federal, ya que los altos servidores públicos son brutalmente discriminadores, voluntariosos, berrinchudos, caprichosos y poco sensatos/sensatez que se ve obnubilada por el poder delegado para ejercer sus funciones.
Finalmente, la violencia más común, la más degradante, la más insolente, el acoso sexual que se denuncia, es solo la punta del iceberg de una dinámica laboral abusiva, discriminadora, violenta; donde el uso y abuso del poder lleva a mentes machistas de acceder con violencia pasiva a los cuerpos de forma sexual, no cualquier cuerpo, no cualquier persona, sino a mujeres por su situación de vulnerabilidad de acceso al poder, es el caso del expediente 13/56/63 que está en la cuarta visitaduría, exponiendo el caso sufrido por Dulce Guadalupe Garnica Ramírez afectada en sus derechos humanos por parte del Sr. Valle Cosio,  narrado de la siguiente manera: “quien de manera prepotente y grosera me ha humillado enfrente del personal, amedrentándome y amenazándome constantemente… Él me dijo que me lo había buscado por no querer salir con él y que además le había comentado al Ing. Meyer Klip que yo no servía en el área, y que entonces lo instruyó para que me corriera[1]”.
Los hechos que anteceden, son pruebas irrefutables que algo anda muy mal en el Instituto de Verificación Administrativa del Distrito Federal, sin darse cuenta que están administrando la discriminación, la violencia de género, la Seguridad Humana, proporcionan licencias para violarla con consecuencias fatales.
Por la conquista por nuestros derechos
Rodolfo Vitela Melgar
Ciudadano Libre



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