miércoles, 30 de octubre de 2013

SEGURIDAD HUMANA/Seguridad Pública INFECTADAS POR PIOJOS… EN CASCOS


La Seguridad Pública es una de las ramas que conforman la Seguridad Humana desde el ámbito de los Derechos Humanos, es un integrante importante para poder materializar el derecho de seguridad personal de todas aquellas integrantes de una sociedad determinada, la cual les libra de la posibilidad de sufrir un hecho violento; la inhibición de los riesgos en ese sentido se encuentra bajo una dicotomía integrada, por un lado se tienen los derechos humanos de las personas que se busca asegurar y, por otro lado, los derechos humanos de aquellas personas que realizan el trabajo de aseguramiento, conocidas como “elementos”, quienes se aglomeran en diferentes agrupaciones: uno de estos es la Policía Auxiliar del Distrito Federal, que de conformidad con la publicación del “20 de mayo de 2005, de la Gaceta Oficial del Distrito Federal el Reglamento Interior de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, donde se establece que La Policía Complementaria proporcionará servicios de protección, custodia y vigilancia de personas y bienes, valores e inmuebles a dependencias, entidades y órganos de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial Federales y del Distrito Federal, órganos autónomos federales y locales así como a personas físicas y morales, mediante el pago de la contraprestación que se determine”.
Con relación a las funciones mencionadas, estas deberán desarrollarse de conformidad al principio más amplio de protección de las personas, Principio Pro Persona, consagrado en el artículo 1° de la Constitución Política de lo Estados Unidos Mexicanos, por ello el alcance materia del principio abarca la apreciación cualitativa como característica básica en el desarrollo de políticas públicas encaminadas a tan noble tarea, ya que la protección y seguridad de las personas es trabajo que materializa el contrato social en el cual vivimos.
Por ello, en la bifurcación de los derechos humanos de los integrantes de la Policía Auxiliar es necesario revisar la manera en que son tratados por los mandos, estos mandos que van desde el Jefe de Gobierno del Distrito Federal hasta el Comandante de agrupamiento, en donde se puede observar una militarización del mismo, es decir de un cuerpo ciudadano a uno militarizado, como sucede en algunos sectores, esto en principio pareciera bien ya que a los cuerpos les falta mucha disciplina, sin embargo esto fue más allá, el trato que se les da a las y los elementos de la Policía Auxiliar en ocasiones vulnera su dignidad humana, ya que el trato suele ser déspota, grosero y ofensivo, esto ya constituye un elemento que va en detrimento a la calidad del servicio que se obliga a prestar; otro elemento que se adhiere son las jornadas de trabajo, ya que existen servicio conocidos como 24 x 24 horas, es decir 24 horas corridas trabajando por 24 horas corridas de descanso, pero sucede que se les obliga a trabajar 12 horas más para eventos masivos, como son partidos de futbol, conciertos, marchas, mítines, etc., por tanto son personas que se encuentran con un alto grado de frustración y cansancio, más aun cuando en muchas ocasiones no se les remunera dicho trabajo extra, a estos servicios se les suma la cuestión del hambre, debido a que por sus bajos salarios no pueden comprarse alimentos en el servicio extra, de esta manera no solo están trasnochados, cansados, coersionados, sino que también con hambre, cabe hacer la aclaración que se les proporciona un refrigerio, llamada la “choclaya”, consistente en una torta o similar, con ingredientes de dudosa calidad, fruta sin madurar y un dulce; no sucede lo mismo para otros agrupamientos como son los llamados “relámpagos”, quienes se les lleva una comida corrida; aunado a lo ya mencionado se encuentra que muchas de las veces salen muy tarde de los servicios extras, y no alcanzan el transporte público que los lleve a su casa, en muchos de los casos en el Estado de México en donde en ocasiones son víctimas de asaltos en transporte público, y por último se acaba de observar que se les proporcionó cascos con pulgas, en el evento masivo del día 29 de octubre de 2013 para una estación de radio, obligándoles a ponérselos.
Así es como nos encontramos con una serie de violaciones a los derechos humanos que van desde: artículo 23.1, 23.2 y 23.3 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: 1. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo. 2. Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual. 3. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana y que será completada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de protección social”, así como al descanso artículo 24: “Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas.”, artículo 25 respecto al derechos a la salud: “Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad”.
Además existen otras violaciones acumulables, por ejemplo no tienen derecho al INFONAVIT, pertenecen a un sistema médico particular que en casos ya comprobados de personal que vive con VIH/sida no se les proporcionan los medicamentos retrovirales necesarios, generando irrupción en su adhesión al protocolo médico, no existe la seguridad para ellos de no ser discriminados por su condición de salud en su entorno laboral.
Por todo lo anterior, una persona con una serie de violaciones a sus derechos humanos genera una espiral de la misma violencia solo que fortalecida, por ello es indispensable subsanar estos componentes en la disección de la Seguridad Humana a partir de su Seguridad Pública para que sea de calidad.
Por la conquista de nuestros derechos
Rodolfo Vitela Melgar

Ciudadano Libre.

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