Afirma el organismo que las remesas que generan no tendrán efecto a largo plazo
La migración afecta el índice de desarrollo humano del país: PNUD
Los que se van retornarán al término de su edad productiva y requerirán servicios de salud
ALMA E. MUÑOZ
El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) advirtió que la migración representa un riesgo para el índice de desarrollo humano (idh) de México. Especialmente en las regiones expulsoras, donde las remesas tienen efecto de inversión en materia de educación y salud, pero no compensan la "pérdida de potencial de crecimiento de largo plazo".
También alertó sobre la carga fiscal que a futuro provocará el regreso de mexicanos, cuando al término de su edad productiva requieran de servicios de salud y de retiro "sin haber contribuido a los sistemas de seguridad social en México". En Estados Unidos hacen aportaciones que representan entre 10 y 15 por ciento de ese fondo, cuyos ingresos totales arrojaron 658 millones de dólares en 2004, según un análisis del Grupo Financiero Bancomer.
Sobre esto, uno de los especialistas del PNUD, Luis Felipe López Calva, recordó además que actualmente en ese país hay 11 millones de mexicanos trabajando.
A propósito de la presentación, este lunes, del tercer informe del índice de desarrollo humano, el cual mide el bienestar de una nación y en el que se analiza por primera vez el fenómeno de la migración, el economista adelantó parte de las conclusiones.
En primer lugar, las zonas expulsoras "pierden en promedio a su mejor gente, desde el aspecto de capital humano; entonces, la capacidad productiva se ve reducida a largo plazo. Por eso insistimos en que las políticas de desarrollo local son la mejor forma de frenar la migración.
"Nuestra hipótesis es que la gente que se va "no es la más pobre ni la que está desempleada, es la que tiene ciertos recursos para hacerlo, y nosotros tratamos de indagar precisamente si la gente migra por un problema de transferencias o aspiraciones o por las restricciones que padece".
Parte de las conclusiones, insistió, es que la gente más educada "suele irese en busca de mejores oportunidades y condiciones, sobre todo en aquellos estados que ya tienen historia de migración. Pero también se va gente pobre, aunque no es el promedio, pero lo hace en las peores condiciones y mucho más vulnerable".
Hay que entender que este problema, dijo, "puede ser un ejercicio de libertad, pero también resultado de la falta de opción y, en ese sentido, puede ser una restricción en la libertad".
En promedio, México mantiene un idh alto, "de hecho avanza ligeramente, pero una vez más ponemos énfasis en la desigualdad. Obviamente hay estados muy debajo, que siguen siendo típicamente los del sureste, en tanto que las entidades con índices más altos son Nuevo León y la ciudad de México, entre otros.
"Sabemos que hay un estancamiento en el componente de ingreso en los estados, sobre todo en el ámbito rural -esto se refiere al aumento de personas en pobreza alimentaria según datos del Consejo Nacional de Evaluación en 2005-. Ese es un hecho, pero tenemos otras dos dimensiones, que son educación y salud, y en estos (indicadores) es más difícil que reflejen cambios de corto plazo".
Pero el problema es, añadió, que la gente "se está yendo en su edad más productiva; muy probablemente algunos van a regresar, cuando ya hayan alcanzado cierta edad, cuando requieran servicios de salud y de retiro, sin haber contribuido a los sistemas de seguridad social en México".
Lo anterior "implica un beneficio no fiscal, significa un pasivo fiscal en el futuro. Eso es un problema. Los mexicanos están contribuyendo al sistema de seguridad social en Estados Unidos, sin embargo muchos indocumentados no tienen derecho a usar esos fondos. Hay una enorme cantidad de dinero, tenemos un estimado, que es como de 10 o 15 por ciento de los fondos de reservas del sistema de seguridad social estadunidense generados por mexicanos, pero que no pueden acceder a ellos".
Es difícil hace un cálculo de lo que esto representará, pero "en los pasados cinco años salieron de México 3.5 millones de personas, y actualmente hay 11 millones nacidas en México que laboran Estados Unidos. Esto da idea del potencial de carga fiscal que puede implicar en el futuro".
Las remesas, aceptó, si bien "compensan a nivel de hogares, no necesariamente retribuyen a la pérdida de potencial de crecimiento de largo plazo en la región. Es decir, se pierde capacidad fiscal, productiva y local; entonces es sólo una comunidad que vive de transferencias, pero al quedarse sin su gente productiva, las regiones ya no crecerán a largo plazo".
http://www.jornada.unam.mx/2007/06/18/index.php?section=sociedad&article=044n1soc
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