miércoles, 1 de agosto de 2007

LA DISCRIMINACIÓN NO RESPETA ETNIAS EN EL VALLE DE MÉXICO

HALLAN MISERIA EN TODAS PARTES LA DISCRIMINACIÓN NO RESPETA ETNIAS EN EL VALLE DE MÉXICO

LA DISCRIMINACIÓN NO RESPETA ETNIAS EN EL VALLE DE MÉXICO

Ser indígena es un estigma que llevarán siempre; como cargar una cruz muy pesada.
Por Emilio Fernández.
Corresponsal.
VALLE DE CHALCO, Méx.- Ser mujeres, indígenas y discriminadas es lo que las hace iguales, aunque a los ojos de todos son diferentes.
A Claudia Secundino Espinosa, una tlapaneca de la sierra de Guerrero, la miseria y las nulas oportunidades que había en su tierra la expulsaron hacia el centro del país.
Virginia López Sarabia, una mixteca de Santiago Noyoo, Oaxaca, salió del lugar donde nació hace 51 años en busca de la tierra prometida.
Ambas llegaron en distintos años a Valle de Chalco, el municipio mexiquense que se creó en noviembre de 1994 al que han arribado miles de representantes de las etnias del país.Ahí comprobaron que ser indígena es un estigma que las acompañará por el resto de sus vidas.Es como cargar una cruz muy pesada, dice Claudia, “porque todos se burlan de cómo eres, cómo hablas, cómo vistes”.Claudia vende fl ores en el panteón municipal de Xico. Los 50 ó 100 pesos que a veces obtiene le sirven de poco para alimentar a sus cuatro hijos que desde hace 15 días no han comido carne.Una tacita de té de hojas de limón con un bolillo en el desayuno; sopa de pasta y frijoles en la comida y otra taza de té con hojas de limón en la cena, es la dieta diaria de ella y sus pequeños.“Nadie me daba trabajo y a mi esposo tampoco porque somos tlapanecas”.La discriminación y la miseria han acompañado a su familia que vive en dos pequeños cuartos de una vecindad de la colonia Guadalupana Segunda Sección por los que paga 800 pesos de renta al mes.Tampoco tienen seguridad social y eso es otra forma de discriminación, aseguran Claudia y Virginia.

A Virginia la han tratado mal desde hace 35 años, primero en el Distrito Federal y luego en este municipio mexiquense sólo porque aún se le nota el acento mixteco cuando habla.“Me ven feo pero ya ni me hace”, indica.Defensor de indigenas A los 22 años se dio cuenta que era diferente. Alejo Juárez Cabrera, un zapoteco de San Juan Jaltepec, Oaxaca, salió de su pueblo cuando tenía esa edad.Al llegar a Ecatepec el hablar una lengua diferente al español, ser de tez morena y pertenecer a una etnia lo hicieron sentirse diferente, señalado, excluido.“Me discriminaron por ser indígena, no me daban trabajo por ser oaxaco, por ser paisano”, recordó.De Ecatepec emigró a Los Reyes La Paz y luego a Valle de Chalco donde el menosprecio fue una constante.El único empleo que encontraba era el de albañil porque no le tenían confi anza en otro sitio pues le decían que era diferente a los demás trabajadores.“Me sentía humillado, ofendido, me trataban como una basura, peor que a un perro”, contó.“Han pasado 22 años y sigo siendo discriminado en mi propio país, por mi propia gente”, lamentó.
Hasta que tuvo 12 años aprendió a hablar español. Apenas terminó la secundaria pero pronto se dio cuenta que nadie lo defendería si no era él mismo.Cansado de la discriminación que sufría decidió aprender por su cuenta y recurrió a los libros de Derecho para que no lo engañaran más.Con las leyes de su lado se protegió así mismo y empezó a brindar ayuda a los otros indígenas que escogieron Valle de Chalco como su residencia.Supo entonces que el racismo era el mismo para los zapotecos, mixtecos, mixes, otomíes, matlazincas, mazahuas, chamulas, mazatecos, o los rarámuris.“No había y no hay diferencia, todos son humillados en la ciudad porque la gente de aquí es aprovechada”, señala con un dejo de rencor.
El contacto con los representantes de las etnias lo motivó a publicar en el 2002 un diccionario trilingüe mixe-zapoteco-español para facilitar el aprendizaje de los indígenas que hablan esas lenguas.
La discriminación contra los nativos de las diferentes comunidades del país que viven en la zona metropolitana del Valle de México es tan natural que ya ni lo sienten porque piensan que es normal, considera.
http://www.expreso.com.mx

1 comentario:

Anónimo dijo...

yo solo tengo 12 años y asimilo que este problema es muy cotidiano ya que una persona que no sabe pensar,que no es culta, que no razona y que es una verdadera ignorante pensaria que esas personas son menos que nosotros y que, en tanto, debe aver un trato diferente, como esas personas hay muchas, esas personas que gozan cuando hacen un mal, ofenden y lo peor discriminan a alguna persona indigena o diferente en ese sentido, ya que hay demasiadas personas como esas el mundo es como es pero verdaderamente no razonan y no piensas que esas personas siquen las tradiciones de nuestros antepasados, por lo mismo esas personas que son muy discriminadas son tal vez mejor que nosotros,por que ellos enver de trabajar en una industria que mata el medio ambiente, viven protegiendo los patrimonios naturales,preservando el cuidado del medio anbiente y enseñando a sus sucesores los cuidados asia la naturaleza.
Esas personas que son echas a un lado son las que no tienen oportunidades de trabajo,oportunidades de educacion y oportunidades de una vida prospera,verdaderamente yo jamas en la vida quisiera ser una de esas personas que hacen a un lado a otras por su forma de vestir, por su forma de hablar y por sus costumbres,esas personas a mi me dan pena, poruqe en su manera de pensar esta la educacion que sus padres les inculcaron, esa educacion mis padres jamas me la inculcaron y estoy feliz de que no lo hayan hecho y yo cuando crezca y tenga una familia jamas les voy a inculcar la discriminacon a los demas.