martes, 11 de septiembre de 2007

INEGI: Los pobres recurren más al suicidio

INEGI
Los pobres recurren más al suicidio
Por: Mario Luis Fuentes/Ceidas11/09/2007
Segunda y última parte
El suicidio es uno de los fenómenos más extremos en una sociedad. En el siglo XIX, el sociólogo Francés Emile Durkheim pudo identificar que el suicidio expresaba al más crudo de los fenómenos sociales y en el cual se sintetizaban las distintas formas de conducta anímica de las personas. Más allá de la perspectiva desde la que Durkheim analizó el problema del suicidio, su agudeza radica en la capacidad de identificar en este fenómeno la conjugación de distintos factores sociales que llevan a las personas a suicidarse.
En México, el suicidio es un fenómeno en crecimiento (pasó de dos mil 736 en 2000, a tres mil 553 casos en 2005) y debe llamar a toda la comunidad a una reflexión sobre sus causas, sus consecuencias y a generar políticas y programas que permitan prevenirlo.
De acuerdo con el documento "Estadísticas de Intentos de Suicidio y Suicidios en Los Estados Unidos Mexicanos, 2005", en nuestro país se suicidaron en ese año alrededor de 10 personas al día, cifra que nos muestra los niveles de desesperanza, frustración, soledad y desistimiento frente a una realidad cada vez más excluyente y cada vez más lesiva contra la dignidad de las personas.
El factor pobreza
En México hay, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), 14 millones 428 mil 436 personas que sobreviven con hambre. De éstas, nueve millones 433 mil 570 viven en zonas rurales o indígenas.
Asimismo, 45% de la población ocupada en el país percibe menos de dos salarios mínimos, y en estados como Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Hidalgo, Puebla y Durango, el porcentaje rebasa 60%. Uno de cada diez mexicanos habita en viviendas con piso de tierra y cerca de la mitad de la población (más de 50 millones) carece de derechohabiencia de servicios a salud.
Estos datos son relevantes cuando se analiza el tema del suicidio en México, porque aun cuando no pueden establecerse relaciones directas, la evidencia muestra que de los tres mil 553 suicidios registrados en 2005, la mayor parte fueron de personas que trabajan en actividades agrícolas o de pesca: 515; 478 trabajaban en la industria de la transformación (albañiles y obreros), y 336 eran oficinistas de bajo nivel, ocupaciones todas de bajos ingresos, con las peores condiciones o nulas prestaciones de seguridad social.
Por el contrario, los grupos de personas con ocupación fija que en menor grado se suicidan son, en primer lugar, funcionarios y directivos de alto nivel (12 casos en 2005); trabajadores del arte, el deporte y los espectáculos, así como técnicos de alto nivel (17 casos); trabajadores de la educación (25 casos) y profesionistas (56 casos). Esta tendencia se corrobora en los estudios de años anteriores del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).
Por último, debe señalarse que el principal método utilizado por los suicidas es el ahorcamiento, lo cual muestra, nuevamente, el grado de violencia y la escasez de recursos para utilizar métodos más caros, como el uso de armas de fuego o sobredosis de medicamentos. Como puede apreciarse al establecer una correlación entre ocupación y tendencias suicidas, la incidencia de suicidios ha sido consistentemente mayor en los grupos de empleados con menores ingresos frente a los grupos que perciben mayores sueldos y prestaciones.
Población y familia
En México hay 29 millones de jóvenes entre los 15 y los 29 años. El dato es relevante porque es la población que en mayor grado se suicida en nuestro país. Así, en los datos del INEGI se observa que de los tres mil 553 suicidios que se presentaron en 2005, 525 fueron de personas entre los 15 y 19 años (313 hombres y 112 mujeres); la mayor parte de suicidios en México ocurre entre personas de 20 a 24 años, con 523 casos en 2005 (430 hombres, 93 mujeres) y, finalmente, se registraron en 2005, 462 suicidios de personas entre los 25 y 29 años (396 hombres y 66 mujeres).
Debe destacarse, sin embargo, que uno de los grupos en que en mayor medida se está incrementando el número anual de suicidios es el de los niños menores de 14 años, el cual —en 2005— alcanzó la alarmante cifra de 139 decesos; es decir, más de 11 suicidios mensuales (uno cada tres días).
Al analizar los motivos por los que las personas se suicidan, se observa que sólo en una tercera parte de los casos se puede especificar la causa (mil 462 de los tres mil 553 en 2005). Y en los que sí puede establecerse destacan, en primer lugar, los disgustos familiares; en segundo lugar, causas amorosas y; en tercer lugar, por padecer enfermedades incurables, dato que lleva al segundo grupo de población de mayor incidencia de suicidios en el país, que es el de los adultos mayores de 65 años, en el que en 2005 se ubicaron 247 suicidios (229 hombres y 18 mujeres).
Debe destacarse también que de los tres mil 553 suicidios registrados en México en 2005, mil 386 personas eran casadas y mil 286 eran solteras; 87 eran viudas, 66 divorciadas, 451 vivían en unión libre, 58 estaban separadas y 219 casos no están especificados.
Asimismo, mil 172 hombres y 215 mujeres que se suicidaron (estos datos representan la tercera parte del total de los suicidios contabilizados en 2005) tenían hijos, mientras que 137 casos no fueron especificados. Esta información permite inferir que la tendencia de los suicidios es mayor en aquellos casos en que no se tienen hijos; quizá el tener una responsabilidad o el apego a los seres queridos evite en mayor grado la decisión de quitarse la vida.
Finalmente, debe destacarse que en México, la mayoría de las personas que se suicidan viven en poblaciones mayores de cinco mil habitantes, lo que explica que de los tres mil 553 suicidios registrados en 2005, dos mil 593 se dieron en ámbitos urbanos, y 855 casos en el sector rural. Por otro lado, debe señalarse que coincidentemente los meses en que mayor migración se registró en 2005 (de mayo a agosto) fueron los meses en que mayor cantidad de suicidios se presentaron (entre abril y agosto se dio el 47% de los suicidios de ese año).
Educación
Otro de los factores relevantes en este análisis es el nivel educativo de las personas que se suicidan. En México, 45.8% de la población mayor de 15 años cuenta con educación básica incompleta, y la gran mayoría coincide con la población que vive con algún grado de pobreza o marginación.
Al revisar los datos aportados por el INEGI sobre suicidios se encuentra que cerca de 60% del total de los suicidios corresponde a personas con bajos grados o nula escolaridad; así, de los tres mil 553 suicidios registrados en 2005, mil 342 personas no contaban con ninguna escolaridad; mil 42 personas con estudios de primaria, 676 personas con secundaria; 206 más con estudios profesionales y sólo 20 casos de personas con estudios superiores al nivel profesional.
Esta estadística se corresponde con los datos de pobreza y marginación y tiene una vinculación lógica con la ocupación registrada de las personas que se han suicidado.
Reflejo del orden social
Debe insistirse que el suicidio representa uno de los mayores cuestionamientos al orden social y al estado de cosas vigentes. La violencia y el daño sicológico que representa para las familias que pierden a causa de un suicidio a alguno de sus miembros, de acuerdo con numerosos expertos llega a ser irreparable.
Asimismo, de acuerdo con distintos estudios, se estima que en México por cada suicidio consumado hay otros 10 intentos, mismos que en la mayoría de los casos no son reportados en los sistemas estadísticos institucionales.
El hecho de que niños menores de 14 años se suiciden en promedio cada tres días, nos alerta sobre la desesperanza y la frustración social que está generando una sociedad excluyente y en la que hay un elevado grado de incumplimiento de los derechos humanos y sociales. Sin duda, el suicidio es uno de los fenómenos y riesgos sociales de mayor complejidad, y aún no contamos ni con la información ni con la comprensión suficiente como para poder explicar sus causas y las implicaciones que tiene para las familias y para la sociedad en su conjunto.
Debe señalarse que hay además un subregistro importante de suicidios que no son reportados como tales, y habría que hacer un cruce de información entre las estadísticas reportadas por las procuradurías de Justicia de los estados y los sistemas de información de salud pública, para tratar de identificar cifras mucho más cercanas a la realidad de las que contamos ahora.
El fenómeno del suicidio nos debe lleva a plantear la necesidad de replantear los servicios de salud que se ofrecen y debe señalarse que aun ahora carecemos de las políticas y programas de atención a la salud mental y a la atención de las agendas subjetivas de las personas.
La OMS alerta a las naciones
La Organización Munidal de la Salud informó ayer:
Unas tres mil personas se suicidan a diario en el mundo, lo que significa que cada tres segundos una persona se quita la vida,
Es un enorme problema de salud pública que es evitable, opina la OMS.
Las estimaciones revelan que por cada persona que se priva de la vida, 20 o más han intentado hacerlo.
La OMS estima que la mayoría del más de 1.1 millones de suicidios que se llevan a cabo cada año se podría prever y evitar.
Insta a las autoridades satinarias nacionales a que se adopten las medidas adecuadas y se garantice un tratamiento a las personas que padecen de trastornos mentales.
El promedio de suicidios se ha incrementado en un 60 por ciento en los últimos 50 años, en particular en los países en desarrollo.
El suicidio es actualmente una de las tres principales causas de muerte entre los jóvenes de 15 a 34 años.

http://www.nuevoexcelsior.com.mx/main.aspx?pid=55&idioma=27&parent=99999999.5.&noticia=49163&categoria=%7BCATEGORIA%7D&ruta=Los%20pobres%20recurren%20m%C3%A1s%20al%20suicidio

No hay comentarios.: