Migrantes del mundo viven discriminación, injusticia y ruptura
Por Guadalupe Gómez Quintana
México, DF, 8 mayo 07 (CIMAC).- Las y los millones de migrantes del mundo enfrentan hoy un panorama crítico: la persistente violación de sus derechos humanos y ciudadanos, tanto en países receptores, como de tránsito y origen, dificultades para acceder a la justicia, discriminación y la ruptura comunitaria y familiar.
Y son particularmente vulnerables las y los niños, adolescentes y personas de la tercera edad, las mujeres, las y los indígenas, las personas con capacidades o con preferencias sexuales o religiosas diferentes, así como los desplazados por razones económicas y políticas y en busca de asilo político, dice la Declaración final del Coloquio Internacional “Los migrantes en la era de la globalización”, celebrado en esta ciudad el 7 y 8 de mayo, en el Instituto José María Luis Mora.
Ante esto, líderes de organizaciones y movimientos de migrantes de diversas regiones del mundo, funcionarios de organismos internacionales, representantes de organizaciones de la sociedad civil y funcionarios públicos de México y académicos especialistas en la materia, reunidos en el Coloquio, acordaron trabajar en la conformación de una alianza internacional de migrantes con carácter autónomo.
Esta alianza debe ser resultado de un proceso horizontal (desde lo local a lo regional e internacional) que avance a partir de la conformación de redes, uniones, federaciones, conexiones virtuales, entre otras formas posibles, y que permita avanzar en primera instancia, hacia la construcción de una visión común más que en la construcción de un aparato formal.
Coincidieron en señalar las y los participantes en que cuatro grandes polos constituyen las zonas más críticas de las migraciones en el mundo:
El desplazamiento de jóvenes a las ciudades del noroeste al sureste de China (90 y 100 millones anuales) que circulan en función de las cosechas; los flujos migratorios intra-africanos, productos de las guerras, las luchas políticas y las fricciones internas, así como el flujo latino hacia Estados Unidos.
MIGRACIÓN Y AGENDAS
La migración internacional, dice la Declaración, es uno de los fenómenos que definen y expresan el rumbo de las sociedades del siglo XXI, por lo que su atención con carácter prioritario es impostergable en las agendas públicas multilaterales, regionales, nacionales y locales.
En ellas, debe contemplarse su complejidad, pues no sólo ocurre de sur a norte, sino también sur-sur; su carácter estructural, pues está relacionado con los modelos de desarrollo de los países y responde al comportamiento de los mercados, y multiplicidad de impactos, como las remesas y su papel en el motor de crecimiento de las naciones.
La era de la globalización coincide con un crecimiento constante, a escalas masivas y de composición diversa, de la migración y por los enormes impactos que está alcanzando en la definición y rumbo económico, político, social y cultural de las sociedades de los países emisores, de destino, de tránsito y de retorno.
Las agendas de los gobiernos en el mundo deben tomar en cuenta que las y los migrantes y sus familias son los principales, aunque no los únicos, actores de este proceso y deben ser el centro en la definición de cualquier política relacionada con el fenómeno de la migración.
Se abren también las pautas para redimensionar el concepto y el marco jurídico en que se sustenta la condición de ciudadanía, hasta ahora delimitada al marco territorial y a la soberanía de los Estados nacionales.
La ciudadanía binacional o multinacional es ya parte integrante de la condición y modo de vida de millones de personas y son cada vez más las que aspiran a un reconocimiento y ejercicio de sus derechos ciudadanos tanto en los países de destino, como en los de origen, tránsito y retorno. Se trata de una nueva dimensión de la ciudadanía en el desarrollo y consolidación de los sistemas democráticos, dice la Declaración.
CONVENCIÓN INTERNACIONAL Y CUMBRE
Es impostergable, continúa el documento, que todos los países pertenecientes al sistema de Naciones Unidas, pero principalmente los países receptores más importantes, firmen y ratifiquen la Convención internacional sobre la protección de los derechos de todas y todos los trabajadores migratorios y de sus familiares, así como otros convenios y normas relacionadas con el tema migratorio.
El fenómeno migratorio en el plano internacional exige que el tema se eleve al más alto nivel en las agendas de diálogo entre los gobiernos nacionales y en los foros e instituciones multilaterales, pues su abordaje hasta ahora se ha limitado como subtema de foros temáticos y de asambleas de dichos organismos, sin la debida participación de las y los propios migrantes; tampoco ha tenido el peso debido en el debate sobre las reformas al sistema de Naciones Unidas.
Resultaría estratégica la realización de una Cumbre Mundial sobre Migración, en la que se establezca un diagnóstico preciso del estado que actualmente guarda este fenómeno y sus perspectivas a corto, mediano y largo plazos; las principales estrategias para abordar las causas estructurales del mismo, sus efectos multidireccionales en los países de origen, de tránsito, de destino y retorno, la problemática humana de los y las migrantes y sus familias, así como las principales estrategias institucionales, gubernamentales y sociales para garantizar el pleno goce y respeto de sus derechos humanos, laborales, civiles, educativos y de salud, entre otros.
Igualmente urgente es que los instrumentos internacionales bajen al nivel de las normas jurídicas nacionales, tanto en el orden constitucional como en el de las legislaciones secundarias y reglamentos, a fin de garantizar su efectivo cumplimiento y hacerlos consistentes con esos instrumentos.
Preocupación especial de los participantes al Coloquio son los procesos de reformas a las leyes migratorias nacionales, particularmente las de los países de destino más importantes –Estados Unidos de América, Alemania, Francia, Canadá, Australia, Japón y Reino Unido, entre otros- pues, con independencia de la soberanía que corresponde a cada Estado, dichas reformas afectan la relación con terceros países e impactan el estatus de los derechos consagrados en normas internacionales.
La ruta más indicada, propone el documento, es el diálogo bilateral o multilateral entre gobiernos y con las comunidades organizadas de migrantes que residen en cada país, superando enfoques economicistas y coyunturales o centrados en la seguridad nacional.
Pero mientras ocurra una Cumbre Mundial, es necesario el reconocimiento de derechos, los acuerdos bilaterales o regionales de ordenamiento y regulación, las reformas a los tratados de libre comercio existentes y un mayor impulso a la cooperación para el desarrollo.
Pero, sobre todo, es importante la participación democrática, en el que se otorgue voz y voto a los directamente afectados, el diálogo y la cooperación internacional, con un enfoque integral del fenómeno migratorio.
La participación, reflexión y compromiso de las organizaciones de la sociedad civil en todo el mundo es también necesaria para enfrentar este fenómeno, que debe estar presente en sus agendas, bajo esquemas de corresponsabilidad con las organizaciones de migrantes, así como con los gobiernos y organismos multilaterales y las iglesias.
En ese sentido, debe destacarse la celebración en México de la Primera Cumbre de Comunidades Migrantes Latinoamericanas, del 10 al 13 de mayo en Morelia, Michoacán, así como de la Conferencia: Las Legislaturas y el Fenómeno Migratorio: Contexto Actual y Opciones de Políticas Públicas, en el marco de dicha cumbre, ya que se trata de un acontecimiento estratégico en el abordaje del tema migratorio, donde serán los propios migrantes quienes ofrezcan su visión y propuestas.
PROPUESTAS
En su Declaración final, los participantes del Coloquio propusieron trabajar en la conformación de una alianza internacional de migrantes con carácter autónomo y como resultado de un proceso horizontal (desde lo local a lo regional e internacional) que avance a partir de la conformación de redes, uniones, federaciones, conexiones virtuales, entre otras formas posibles, y que permita avanzar en primera instancia, hacia la construcción de una visión común más que en la construcción de un aparato formal.
Dicha alianza, además de prestar especial atención a los casos de violación de derechos entre los sectores más vulnerables de migrantes, pueda establecer las grandes líneas estratégicas de acción internacional en este terreno y favorecer la interlocución con gobiernos y organismos multilaterales.
Avanzar en la realización de una Cumbre Mundial de Migración y en la construcción y aprobación de una Carta Mundial de los Migrantes, en el marco del sistema de Naciones Unidas, así como la instauración de un Día Mundial de los Derechos de los Migrantes.
Avanzar en la construcción de causas y agendas comunes entre las organizaciones de migrantes y las organizaciones de la sociedad civil en general y las iglesias, a fin de avanzar en la construcción de nuevos paradigmas de construcción de ciudadanía en el marco de la globalización.
Impulsar campañas sistémicas de educación, concientización y de opinión pública a través de los medios de comunicación masiva y medios alternativos y escuelas, sobre el fenómeno migratorio y la condición de las y los migrantes entre ciudadanos de los países de origen, de tránsito, de destino y de retorno.
Dichas campañas deben poner especial énfasis en cuáles son los aportes de las y los migrantes a cada país y la responsabilidad que compete a cada actor de este proceso.
Impulsar la formación académica, el estudio y la investigación especializada y el trabajo de campo relacionado con el fenómeno migratorio y la condición de las y los migrantes, a fin de borrar estigmatizaciones y lugares comunes (como las de delincuentes o posibles terroristas, entre otras), y contribuir a una profesionalización en el diseño, programación, ejecución y evaluación de las políticas públicas relativas a la atención de este fenómeno.
El intercambio internacional de las investigaciones y sus resultados, debe alimentar y reforzar el proceso de organización mundial de las y los migrantes.
E Impulsar en los contextos nacionales por la construcción de políticas de Estado sobre migración, así como en las reformas jurídicas e institucionales necesarias para la debida atención de las y los migrantes y sus familias, concluye la Declaración final del Coloquio Internacional “Los migrantes en la era de la globalización”.
07/GG
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miércoles, 9 de mayo de 2007
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