martes, 24 de junio de 2008

Exige no abordar el sida como castigo

Juan Pablo Muñoz Covarrubias / México, DF
(24-Jun-2008).-
El pasado jueves, 19 de junio, leí en la columna ¡Que... Qué!, de Jesús Gallegos, lo siguiente: "Para terminar, le comento a Horacio Villalobos que me fui desde la glorieta de Peralvillo hasta la Villa de Guadalupe, hincado sobre pencas, para pedirle a la Morena que llegue saludable a la edad que tiene "Chochito" Gallegos, como él, en un 'alarde de creatividad', me llama en el programa La Taquilla. También pedí que jamás contraiga una enfermedad seria (sida, por ejemplo). ¡Hasta la próxima!".
No es asunto mío el conflicto entre estas dos personas. Lo que sí me concierne, y me imagino que a muchos lectores de REFORMA, es lo que se sugiere al final de la cita. Lo que dice el señor Gallegos tiene muchas implicaciones, y todas ellas resultan igualmente graves e impertinentes.
Me parece que hablar con tal ligereza acerca del sida, y presentar la enfermedad como una maldición o castigo divino, es un acto de verdadera discriminación, ignorancia y falta de sensibilidad periodística.
Lo mismo daría hablar de cualquier otra enfermedad en esos términos; pero, como todos sabemos, los portadores del virus no solamente tienen que enfrentar malestares físicos, sino también prejuicios como los que posee el señor Gallegos. Los lectores merecemos una disculpa y una aclaración.


Juan Pablo Muñoz Covarrubias
México, DF

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