viernes, 11 de enero de 2008

ATAQUE HOMOFOBICO EN CU-UNAM

Involucran a personal de la UNAM en actos de homofobia
Mario Alberto Reyes 28/12/2007
Foto: Leonardo Bastida
México DF, diciembre 28 de 2007 La tarde del pasado 23 de noviembre, Víctor Chavarría y Samuel Santarosa regresaban de un bar ubicado en las inmediaciones de Ciudad Universitaria. Tras convivir con sus amigos y luego de despedirse, ambos subieron al coche de Víctor y se dirigieron hacia la zona de la Biblioteca Central, en donde Samuel había estacionado su automóvil. Ahí, pidió dormitar unos minutos antes de irse a su casa.De pronto, el ruido de numerosas voces lo despertó.-“¿Qué no sabes que por aquí hay mucho pinche maricón?”-“¿Y cómo sabes que yo no lo soy?”La breve respuesta fue motivo suficiente para que Víctor comenzara a ser agredido por elementos de la unidad 94 de Auxilio UNAM, quienes a empujones lo obligaron a descender del auto. Sin saber exactamente lo que ocurría, Samuel, con su teléfono celular grabó la agresión de quienes supuestamente garantizan los derechos de la comunidad universitaria.Para ese momento, el número de unidades de Auxilio UNAM se había incrementado, de pronto Víctor y Samuel se vieron rodeados por aproximadamente 20 vigilantes, de los cuales ninguno quiso identificarse. Luego de forcejear y ser sometidos, ambos fueron trasladados a las galeras que esa corporación tiene en el número 3000 de avenida Universidad.¡“Ahorita van a ver hijos de su pinche madre!”, “¡No saben en la qué se acaban de meter!”, fue lo único que les dijeron antes de comenzar a golpearlos. Nunca en la cara. Moretones, hematomas y torceduras en diferentes partes de su cuerpo, impiden a Samuel moverse con naturalidad durante la entrevista.“Nos encerraron en un cuarto, unas personas me sostenían de los brazos para que otros me golpearan, lo mismo que a Víctor. Él llegó cinco minutos después que yo, y le hicieron lo mismo. En todo esto participaron más de 30 personas. Nunca nos aclararon si estar dentro de un carro constituía una falta a la legislación universitaria. Teníamos mucho temor y pedimos que nos trasladaran al Ministerio Público (MP). ‘¡Cállate hijo de tu puta madre, aquí no estás para decirme cómo hacer las cosas!’ Fue lo único que nos dijeron”.Una vez en ese lugar, a escondidas Víctor se comunicó con los familiares de Samuel para avisarles sobre lo sucedido. Cuando llegaron, éste logró darles su teléfono celular. Luego de permanecer cerca de tres horas en ese lugar, fueron trasladados al Juzgado Cívico COY-01 de la delegación Coyoacán, a bordo de la patrulla 07015 tripulada por los policías Raúl Arcos Flores y José Guadalupe de la Cruz.De acuerdo con la denuncia interpuesta por Ángel Hernández Pérez, trabajador de la UNAM con número de credencial 825773, Chavarría y Santarosa fueron trasladados ante el MP por violentar los artículos 85 y 93 de la Ley de Cultura Cívica del Distrito Federal, y nunca dejó en claro si existió alguna falta a la legislación de la máxima Casa de Estudios.Sin embargo, la situación no se modificó en las instalaciones del MP, en las que fueron retenidos durante ocho horas con el argumento de que no estaban aptos para declarar debido a un supuesto estado etílico. “El médico legista del juzgado COY-01 se negó a practicarnos el examen, cuando eso ocurrió nos llevaron hacia Santo Domingo, al juzgado COY-04, donde la doctora de manera prepotente aseguró que yo estaba ebrio, lo cual es mentira, pues incluso cuando me dijo eso, lo que hice fue sacar mi celular y grabarme completamente lúcido”.En efecto, el libro de constancias médicas, del que NotieSe tiene una copia, y que está firmado por la médico legista Elizabeth Hernández, declara a Santarosa Salazar como no apto para atender la audiencia y le da ocho horas como tiempo aproximado de recuperación. El dictamen da fe de las lesiones experimentadas por Samuel al señalar que tardarán al menos 15 días en sanar.Para Víctor, la llegada de los familiares de Samuel redujo la saña en la golpiza. Incluso menciona que los agresores intentaron chantajearlos con hacer del conocimiento público su orientación sexual, situación que no prosperó pues desde hace años ninguno la ha ocultado. No obstante, aclaran que al momento de la detención no ejercían actividad sexual.El “calvario” culminó al día siguiente cuando los dejaron en libertad. Temerosos pero convencidos de que habían vivido un acto de homofobia, el pasado 4 de diciembre ambos presentaron una queja ante el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, la cual se encuentra en proceso. Ahí les explicaron que la autonomía de la UNAM podría ser un factor para dificultar la actuación de la instancia.En breve declaración a esta agencia, Rodolfo Millán, asesor de la Comisión Ciudadana Contra Crímenes de Odio por Homofobia, apunta que todo delito se tiene que perseguir, por lo que la autonomía universitaria no implica extraterritorialidad, y enfatizó que en cuanto los agredidos interpongan una denuncia, el agente del MP está obligado a llamar a declarar a todos los involucrados.“Tengo varios golpes, me cuesta trabajo caminar y a veces hasta respirar, me duelen el pecho y los brazos, en las piernas y espalda tengo moretones. Me siento profundamente indignado, aún estoy sorprendido por el proceder del personal de seguridad que utiliza la autonomía de nuestra universidad para delinquir impunemente”, finaliza el joven estudiante de la carrera de Derecho.
http://www.notiese.org/interior.shtml?sh_itm=fc52406ff95e36f7ba93a1dd02bd4d61

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