martes, 1 de julio de 2008

Desoye gobierno de Guerrero demandas de atención médica

■ Desde 2003 habitantes de Metlatónoc han solicitado un centro de salud; respuesta negativa
■ Autoridades estatales incumplieron promesa de enviar personal a cambio de construir consultorio
Titular de Salud agrumenta que Mini Numa no cumple los requisitos de ubicación y población
Víctor Ballinas

La comunidad de Mini Numa, en el municipio de Metlatónoc, Guerrero, en la región de la Montaña, presentó el 7 de noviembre de 2007 un amparo para hacer valer su derecho a la salud, ante la negativa recurrente de la Secretaría de Salud Estatal a proporcionarles servicios.
Los indígenas mixtecos recurrieron a esta medida porque entre 2005 y 2007 fallecieron seis menores de edad “por falta de atención médica. Tenían diarrea y vómito, enfermedades curables”.
Desde 2003 esta comunidad mixteca ha vivido un viacrucis. “En ese año se demandó al gobierno estatal crear un centro de salud con un médico de planta, una enfermera y medicamentos”.
Dos años más tarde la respuesta gubernamental fue que no podía enviar personal médico porque la comunidad no contaba con una casa de salud. La oferta del gobierno fue que los indígenas construyeran la casa y el gobierno estatal enviaría personal médico.
Claudia Ordóñez, del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, recuerda que la comunidad se organizó: “Obtuvieron un predio donado y 30 familias fabricaron ladrillos de adobe para construirla. Cuando la concluyeron, fueron a avisar a los servicios de salud del estado que ya estaba lista, y les respondieron que no había médicos disponibles. Fueron engañados”, sostiene.
“No hay recursos ni personal”
Los lugareños insistieron. El 4 de enero del 2006, el delegado municipal y el Comité de Salud de Mini Numa dirigieron una petición al jefe de la cuarta jurisdicción sanitaria de la Secretaría de Salud en la Montaña, Aarón Nájera Moctezuma, para que les enviara únicamente un prestador de servicios médicos que atendiera a la población de lunes a viernes. Nunca hubo respuesta oficial, pero el funcionario les dijo: “No hay recursos ni personal. No tiene caso que continúen con su petición”.
En mayo del 2007 las autoridades de Mini Numa acudieron al Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan. “Se elaboró una solicitud dirigida al gobernador, Zeferino Torreblanca Galindo, con copia al presidente de la República, Felipe Calderón. Se solicitó una unidad médica, personal y medicinas”.
El 19 de julio del 2007 recibieron por fax una hoja firmada por el secretario de Salud de Guerrero, Luis R. Barrera Ríos, quien señaló: “De acuerdo con los lineamientos establecidos en el Modelo Integrador de Atención a la Salud (Midas) para construir un centro de salud, la localidad sede deberá contar con una población de 2 mil 500 a 3 mil habitantes y estar a 15 kilómetros o 30 minutos del centro de salud más cercano.
“La localidad (Mini Numa) tiene 271 habitantes y es atendida por el centro de salud de Metlatónoc, a una distancia de cuatro kilómetros y un tiempo de 60 minutos”.
Cadena de muertes
El 15 de septiembre del 2005 falleció Fidel Montealegre Rojas, de nueve años de edad. El día 9 empezó con vómito, diarrea y dolor de estómago.
Sus padres lo cargaron y lo llevaron a la clínica de Metlatónoc, que estaba cerrada. Regresaron a su casa por falta de dinero para llevarlo a Tlapa, y murió por falta de atención.
Ofelia Montealegre Ríos murió el 20 de septiembre del 2005. Padecía los mismos síntomas que su hermano Fidel. El 16 de septiembre la llevaron a la clínica de Metlatónoc. Llegaron la madrugada del 17, después de caminar hora y media. Esperaron todo el día a que la clínica abriera, lo que no sucedió, y regresaron a la comunidad. La niña falleció cuatro días después.
Olivia Vázquez Cano, de 7 años, pereció el 13 de diciembre de 2006. Padecía diarrea. Sus padres la llevaron a la clínica de Metlatónoc, sacaron ficha y esperaron turno. A las 17:30 horas, un médico de apellido Cisneros les dijo que ya no atendería pacientes porque “tenía hambre” y pidió a los padres de Olivia regresar al día siguiente. Volvieron a su comunidad y cuatro días después la menor falleció.
Leónides Montealegre Hernández, de cuatro años, falleció el 6 de marzo del 2007. Padecía dolor estomacal y fiebre. Sus padres la llevaron a la clínica de Metlatónoc. Llegaron cerca de las 8 de la noche del 4 de marzo. Estaba cerrada. Volvieron a casa y la menor murió al cabo de dos días.

http://www.jornada.unam.mx/2008/06/30/index.php?section=estados&article=034n1est

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