domingo, 10 de febrero de 2008

Conapred, institución a prueba

Comenzamos el año con varios casos de discriminación por orientación sexual. Lo mismo en un centro comercial, que en un parque de diversiones, que en un bar gay. El Conapred ya tiene conocimiento de los actos discriminatorios. A ver qué procede.
por Redacción Anodis
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La discriminación atenta contra la dignidad de las personas, niega derechos y cancela oportunidades de desarrollo a colectivos sociales enteros, condenándolos así a la exclusión. Es la posición del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, (Conapred). Y es que efectivamente las prácticas discriminatorias enconan las diferencias, alientan el odio, propician la fragmentación social, reproducen y acentúan la desigualdad social y socavan los cimientos de la democracia. La buena noticia es que la gente ya conoce que cuenta con una institución que si bien no goza de autonomía constitucional, si está facultada para atender las quejas y reclamaciones de quienes hayan sufrido discriminación por parte de particulares o autoridades federales: el Conapred, que es un órgano de Estado creado por la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación, aprobada el 29 de abril de 2003, y publicada en el Diario Oficial de la Federación el 11 de Junio del mismo año. El Consejo es la institución rectora para promover políticas y medidas tendientes a contribuir al desarrollo cultural y social y avanzar en la inclusión social y garantizar el derecho a la igualdad, que es el primero de los derechos fundamentales en la Constitución Federal. Diversos sujetos han presentado sus quejas al Conapred: Gerry Espinoza, empresario gay discriminado en un bar LGBT de Puerto Vallarta; Sergio Alan Villareal, activista que emprendió un movimiento en contra de la línea editorial discriminatoria del periódico Reforma; Samuel Santa Rosa y Víctor Chavarría, estudiantes universitarios agredidos por elementos de Auxilio UNAM; Jesús Pérez, joven gay discriminado en el Six Flags junto con su pareja; Wendy, la profesora transexual que fue agredida afuera de la escuela en Naucalpan donde trabajaba, entre otros. Lo que está por verse es que las acciones del organismo tengan un efecto al menos mediático. También falta transparencia al Conapred, si acaso lo permite su normatividad, para que con mayor regularidad de a conocer los casos por discriminación que atiende. Es verdad que los esfuerzos del organismo sectorizado a la Secretaría de Gobernación para comunicarse con la sociedad son insuficientes a pesar de los altos presupuestos con que cuenta para comunicación social. Ya se sabe que la ingerencia del Conapred no es coercitiva, que no puede imponer ninguna sanción sobre quien cometa discriminación. Tampoco puede perseguir la conducta del discriminador como si fuera un delito; sin embargo, con mayor contundencia debe desarrollar acciones para proteger a todos los ciudadanos y las ciudadanas de toda distinción o exclusión, particularmente basada en el sexo, orientación, identidad o preferencia sexuales, que impida o anule el reconocimiento o el ejercicio de los derechos y la igualdad real de oportunidades de las personas. Por lo pronto, debemos seguir promoviendo la interposición de quejas ante el Conapred. Es de gran importancia denunciar sin temor cualquier acto discriminatorio, pues nuestro derecho a la igualdad está consagrado en el artículo primero de la Constitución que prohíbe toda forma de discriminación. Las instituciones de Estado deben cumplir su función pero sólo será posible con nuestra participación como sociedad civil politizada. Para ello, toda persona que considere que ha sido objeto de un acto discriminatorio puede acudir a la Dirección General Adjunta de Quejas y Reclamaciones para denunciarlo. Se puede poner una queja si el presunto responsable de la conducta discriminatoria es un particular, o una reclamación si se trata de un servidor público federal. La denuncia deberá presentarse por escrito con los datos y la firma del agraviado. En caso de hacerla por teléfono o correo electrónico, deberá ser ratificada por escrito durante los cinco días hábiles siguientes, a menos que se esté fuera del D. F. o privado de la libertad. No se necesita tener abogado y el servicio es gratuito. El Conapred iniciará un proceso conciliatorio entre el agraviado y el presunto responsable. De no lograrlo, el Conapred orientará a la parte agraviada sobre las alternativas correspondientes. De esta forma pondremos a prueba a una de las más jóvenes instituciones del Estado Mexicano.
http://anodis.com/nota/11261.asp#

Pues bien, con independencia del texto redactado por ANODIS, les comento, que en D.F. si está tipificado como DELITO, el acto de discriminar, y a través del Código Penal del D.F., podrán encontrar los artículos para denunciar los actos de discriminación, y, mediante un abogado, hacer pagar el acto de discriminación.

Si CONAPRED, no tiene a su mano los elementos jurídicos para castigar el hecho, dentro de nuestro marco jurídico nacional, por supuesto que existen, y a través de la DENUNCIA, se podrá ir acortando los caminos de la discriminación, cuando la misma se combata de manera penal.
Laura Tena

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