Fuente: REFORMA Nacional
Luchan unidos contra discriminaciónSilvia Garduño(25 febrero 2008).- A la Fundación Unidos llegó un día la mamá de una niña con discapacidad que logró entrar a una escuela regular bajo los criterios de la Secretaría de Educación Pública.Y es que el permiso que obtuvo para su hija -cuenta Érika Laveaga, directora de la organización-, no ha logrado derribar barreras sociales que impiden su integración.
"¿De qué sirve que mi hija logre entrar a la escuela si no juega con nadie en el recreo, si no tiene amigas, si nadie la invita a sus fiestas de cumpleaños?", preguntó en esa ocasión la mamá de la menor.Para Laveaga, la preocupación de esta mamá define a una sociedad que desconoce el tema de la discapacidad, y que no sabe cómo interactuar con estas personas.Laveaga y Estela Villarreal encabezan la Fundación Unidos, creada hace 20 años en Monterrey, Nuevo León, para tratar de cambiar la percepción de la sociedad hacia las personas con discapacidad.A través de un modelo de sensibilización e integración social, Unidos acerca a voluntarios de entre 14 y 23 años a personas con discapacidad en espacios públicos de convivencia."Al joven se le asigna una persona con discapacidad con la que va a convivir los viernes en la noche, los sábados en la mañana o todo el verano."Vas a ir a la discoteca y vas a ir al restaurante, y vas a ir al boliche al que siempre vas con amigos, y ahora vas a ir con los amigos de Unidos", explica en entrevista Estela Villarreal.Cada año Fundación Unidos atiende a mil personas con discapacidad y a 2 mil voluntarios.Se trata, indica Laveaga, de que la persona con discapacidad salga del círculo cerrado de su familia y de que el joven amigo pierda el miedo a la convivencia con la discapacidad."El verdadero objetivo con el voluntario no es nada más que asistas al programa, esa es la herramienta que tiene Unidos, la diversión, el boliche, la alegría, es el gancho; el beneficio de Unidos es un cambio de actitud y de la manera de ver a la persona con discapacidad."Los logros no son que estás viendo a 300 voluntarios bailar, estás viendo a 300 futuros arquitectos que van a hacer rampas", afirma.El programa tiene presencia en Guadalajara, Hermosillo, Cuernavaca, Jalapa y Ciudad Juárez, y se espera que próximamente, a través del modelo de franquicia social, se implemente en el Distrito Federal.
"Para que se lleven la franquicia, buscamos un líder, un emprendedor social que quiera llevarse nuestro modelo a su ciudad bajo los parámetros y estándares de nuestro servicio", indica Laveaga.Dicho líder tiene que vivir de cerca la discapacidad y bajo su responsabilidad está armar un consejo conformado por empresarios locales que impulsen el proyecto e integrar el equipo operativo; Unidos les proporciona la experiencia.Si la sociedad aceptara a las personas con discapacidad, asegura Laveaga, Unidos no existiría
Luchan unidos contra discriminaciónSilvia Garduño(25 febrero 2008).- A la Fundación Unidos llegó un día la mamá de una niña con discapacidad que logró entrar a una escuela regular bajo los criterios de la Secretaría de Educación Pública.Y es que el permiso que obtuvo para su hija -cuenta Érika Laveaga, directora de la organización-, no ha logrado derribar barreras sociales que impiden su integración.
"¿De qué sirve que mi hija logre entrar a la escuela si no juega con nadie en el recreo, si no tiene amigas, si nadie la invita a sus fiestas de cumpleaños?", preguntó en esa ocasión la mamá de la menor.Para Laveaga, la preocupación de esta mamá define a una sociedad que desconoce el tema de la discapacidad, y que no sabe cómo interactuar con estas personas.Laveaga y Estela Villarreal encabezan la Fundación Unidos, creada hace 20 años en Monterrey, Nuevo León, para tratar de cambiar la percepción de la sociedad hacia las personas con discapacidad.A través de un modelo de sensibilización e integración social, Unidos acerca a voluntarios de entre 14 y 23 años a personas con discapacidad en espacios públicos de convivencia."Al joven se le asigna una persona con discapacidad con la que va a convivir los viernes en la noche, los sábados en la mañana o todo el verano."Vas a ir a la discoteca y vas a ir al restaurante, y vas a ir al boliche al que siempre vas con amigos, y ahora vas a ir con los amigos de Unidos", explica en entrevista Estela Villarreal.Cada año Fundación Unidos atiende a mil personas con discapacidad y a 2 mil voluntarios.Se trata, indica Laveaga, de que la persona con discapacidad salga del círculo cerrado de su familia y de que el joven amigo pierda el miedo a la convivencia con la discapacidad."El verdadero objetivo con el voluntario no es nada más que asistas al programa, esa es la herramienta que tiene Unidos, la diversión, el boliche, la alegría, es el gancho; el beneficio de Unidos es un cambio de actitud y de la manera de ver a la persona con discapacidad."Los logros no son que estás viendo a 300 voluntarios bailar, estás viendo a 300 futuros arquitectos que van a hacer rampas", afirma.El programa tiene presencia en Guadalajara, Hermosillo, Cuernavaca, Jalapa y Ciudad Juárez, y se espera que próximamente, a través del modelo de franquicia social, se implemente en el Distrito Federal.
"Para que se lleven la franquicia, buscamos un líder, un emprendedor social que quiera llevarse nuestro modelo a su ciudad bajo los parámetros y estándares de nuestro servicio", indica Laveaga.Dicho líder tiene que vivir de cerca la discapacidad y bajo su responsabilidad está armar un consejo conformado por empresarios locales que impulsen el proyecto e integrar el equipo operativo; Unidos les proporciona la experiencia.Si la sociedad aceptara a las personas con discapacidad, asegura Laveaga, Unidos no existiría
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